¿Tienes la Brújula Correcta?



Marzo 21, 2019
¿Tienes la Brújula Correcta?

La Verdad de Hoy

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos4:12, NVI).

Entre Amigas

En 1804, el barco británico HMS Apolo dirigía un convoy de 69 barcos mercantes a las Indias Occidentales en una ruta que los ponía paralelas a las costas de España y Portugal, a unos cien kilómetros de tierra. Una tormenta surgió el domingo, 1 de abril. A pesar de que era el Día de los Inocentes, el capitán no se preocupaba porque su brújula le aseguraba que estaba bien en el mar abierto. Pero en las primeras horas de la madrugada, el barco naufragó contra las rocas irregulares de la línea costera.

Sacados de sus hamacas, los tripulantes corrieron a sus puestos y trataron de salvar el barco del frío mar. Las olas se estrellaban sobre el casco, inundando la nave desde arriba en medio de los gritos de los hombres de barco que todavía estaban abajo.

Cuando la noche cedió paso al amanecer, la tripulación sobreviviente se sorprendió al encontrarse a no más de cien millas de tierra, pero naufragó contra la costa portuguesa, que estaba llena de escombros de muchos de los otros barcos de su convoy. De los sesenta y nueve buques que viajaban con el HMS Apolo, cuarenta naufragaron, algunos con pérdida total de vidas. Fue uno de los mayores desastres en la historia del transporte marítimo británico.

El capitán del HMS Apolo se enfrentó a una corte marcial, pero fue absuelto cuando se supo que la culpa no estaba en él ─sino en la brújula de la nave.

Debido a que el Apolo había subido a bordo un gran tanque de hierro, el magnetismo de la brújula se había desubicado solo un poco ─solo cuatro grados ─y el error se acumuló día tras día. Como líder del convoy, el capitán había guiado involuntariamente a los demás a naufragar porque su brújula estaba defectuosa.

Desafortunadamente, muchos de nosotros estamos viviendo vidas naufragadas debido a una brújula defectuosa. La Biblia es la única brújula con la que podemos contar para obtener instrucciones precisas que nos capaciten para navegar con confianza por las peligrosas aguas de la vida cotidiana.

Romanos 10:17 "Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo."

Podemos confiar siempre en la Palabra de Dios. Si esto es verdad, entonces ¿por qué constantemente dudamos de Dios? Cuando llega una tormenta, ¿por qué nuestra emoción predeterminada tiende a ser el temor en lugar de la fe?

Es posible que hayas escuchado el antiguo dicho chino: “Hay un perro bueno y un perro malo peleando dentro de cada uno de nosotros. El que va a ganar es el que alimentamos más." Lo mismo es verdad cuando se trata de la fe y la duda. Debilitamos nuestra duda al fortalecer nuestra fe en Dios. La Palabra de Dios alimenta la nueva naturaleza que Dios nos da cuando rendimos nuestras vidas a Él. A medida que la nueva naturaleza se fortalece, la vieja naturaleza pecaminosa se debilita ... y a medida que la vieja naturaleza se debilita, nuestra fe en Dios se fortalece.

Una dieta constante de la Palabra produce una fe fuerte. Lee la Biblia cada día. Memoriza un versículo de la Escritura cada semana. Cuanta más Biblia tengas en tu corazón y en tu mente, más fuerte será el compás de Su verdad.

Ahora es el momento. Revisa tu brújula.

Vamos a orar

Padre, me doy cuenta de que he estado usando la brújula equivocada para dirigir mi vida. No es de extrañar que estoy naufragando ¡y estoy en un gran lío! Padre, ¡hoy me vuelvo a Ti! Elijo la Palabra de Dios como la bruja que me va a guiar en Tu dirección y propósito. Dame hambre y sed por Tu Palabra. Por favor ayúdame a aprender cómo buscarte con todo mi corazón y mi alma.

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es Tu Turno

La Palabra de Dios es poderosa y va a cambiar tu vida si pasas tiempo en ella. He aquí algunos consejos que te ayudarán a leer y a memorizas las Escrituras. Elige un versículo de las Escrituras que sea específicamente significativo para ti.

Lee este versículo varias veces y piensa en lo que cada palabra y cada frase significa realmente.

Escribe el versículo cinco veces en un pedazo de papel.

Ahora di el versículo en voz alta hasta que lo hayas memorizado.

Crea en tu diario una sección de versículos que planeas memorizar.

Registra este versículo en tu diario.

Recluta a una amiga para que te acompañe en tu compromiso para memorizar las Escrituras. Manténganse rindiendo cuentas la una a la otra y anímense para hacer de la Palabra de Dios su brújula para la vida.

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Traducción:  Norma Galvis

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