¿Estás Emocionalmente Lisiada?
La Verdad de Hoy
Entre Amigas
Estaba leyendo en las atiborradas calles de la
Ciudad de México en un taxi cuando la vi. Ella medía alrededor de un metro
treinta, espalda curva, doblada en la cintura en un ángulo de noventa grados,
los dedos nudosos, retorcidos y cerrados.
Como una silla patas arriba, su rostro estaba paralelo al sucio andén.
Pies. Mugre. Basura. Eso era lo que veía del mundo. Ella arrastraba sus pies
junto a nuestro auto mientras avanzábamos lentamente en el congestionado
tráfico. La vi, pero ella no me veía. Ella no podía verme. Solo veía pies.
Sharon, mira a mi
hija, parecía decir Dios. Cuando leas de la mujer con la espalda lisiada, nunca
más la verás como un personaje en una historia. Mírla como ves a esta mujer ahora.
De carne y hueso. Real y relevante. Mi hija. Tu hermana
Dios me recordó una vez más que las mujeres que
leemos en la Biblia eran personas reales ─tal como tú y yo. Jamás debemos
olvidar eso. Hoy, vamos a ver a la mujer con la espalda encorvada en Lucas
13: 10-17. Y si bien quizá no seamos capaces de identificarnos con estar lisiadas
físicamente, la mayoría de nosotros se puede identificar con estar lisiada
emocionalmente. Vemos pies... personas pasando con sus ocupadas vidas. Vemos
mugre... los errores que hemos cometido a través de los años. Vemos basura...
el dolor que nos infringen otros y muchas veces nuestras malas decisiones.
Jesús dijo,” Vengan a mí todos ustedes que están cansados
y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues
yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.“ (Mateo
11: 28-29). Descanso para nuestras almas. ¿No
es eso lo que todos queremos?
Como la mujer con la espalda encorvada, podemos
tener “un espíritu de debilidad,” enfermedad del alma. Esa es una manera
interesante para explicar su enfermedad. Más que solo una espalda encorvada, su
espíritu estaba lisiado también.
Linda Hollies, en su libro, Jesús y Esas Mujeres Admirables enfatiza esta idea.
“Hay muchos espíritus que pueden hacer que camines en
un estado encorvado. Puede ser tu color, tu género, tu edad, tu estado marital,
tu familia, o puede ser el abuso, la injusticia, el resentimiento, la opresión,
la desesperación, la soledad, tu estado económico, o incluso un desafío físico.
No importa lo que te ha herido en el
pasado, no importa qué edad tenías cuando el trauma afectó tu vida, y no importa
cuál sea tu riqueza, posición, o estatus. Porque el diablo viene a robar,
matar, y destruir y cada uno de nosotros es un candidato para ser doblado y encorvado.”
Doblado y encorvado. El peso del mundo sobre
nuestros hombros. Poco a poco. Día tras día. La pesadez es difícil de soportar.
Un espíritu de enfermedad. Encorvado por la vergüenza, el temor, el dolor, la desilusión,
la depresión, la pobreza, la inseguridad, la inferioridad, la insuficiencia,
los sueños rotos. Satanás, es el que orquestó el espíritu de enfermedad, quiere
encorvarnos en la inactividad para que nuestro caminar se convierta en arrastrar
los pies. Nuestra voz se convierta en un susurro. Nuestra visión se vuelva borrosa.
¿Quién puso las cadenas sobre esta mujer en primer
lugar? Jesús dijo que Satanás la tenía atada (Lucas
13: 16). En realidad, toda enfermedad fue introducida al mundo cuando Adán y
Eva creyeron la mentira de Satanás sobre la verdad de Dios, y comieron del
fruto prohibido.
Durante los treinta y tres años que Jesús caminó
sobre la tierra, Él tuvo una lucha de vida o muerte con el enemigo. Juan nos
dice que la razón por la que Jesús vino fue para destruir las obras del diablo.
(1 Juan
3: 8). El campo de batalla es el mundo
y los humanos son los peones del maligno. Nota el lenguaje: “atado” y “liberado.”
Esto se trata de mucho más que una sanidad física. Se
trata de la libertad espiritual. Y cuando Jesús dijo en la cruz, “consumado es,”
lo fue. Ahora, debido a la victoria de Jesús sobre el enemigo a través de Su
muerte y resurrección, somos mucho más que vencedores a través de la fe en Él.
No te pierdas esto, Jesús dijo, “Mujer, se libre de
tu enfermedad.” Ahí están esas palabras de nuevo –se libre. Las palabras
ilustran las cadenas y esposas caen caen del encadenado cuerpo. Otra traducción
lo dice de esta manera, “Mujer, eres liberada de tu enfermedad!” (Lucas 13:
12 AMPC). Los hierros de
la opresión que la mantenían prisionera a su invalidez cedieron y cayeron a los
pies de Jesús mientras Él abría las cadenas que la tenían esclavizada.
Jesús vino para hacernos libres, y esa libertad
viene en muchas maneras. Lo que sea que Satanás está usando para cegarte, Jesús
vino para hacerte libre. Libre de ... y libre para. No puedo decir lo
suficiente. Por mucho tiempo hemos visto la libertad solo en términos de lo que
nos hemos liberado. Peor la libertad abarca mucho más que desprendimiento de
las cadenas. Jesús nos hizo libres para vivir la vida abundante al ser todo lo
que Él nos creó para ser y lograr todo lo que Él ha planeado para que hagamos. Enderezarla
(literalmente) fue solo el comienzo para ella.
Vamos a Orar
Amado Jesús, ¡Te agradezco por liberarme! Hoy, elijo
caminar en la libertad y nunca más ser cautiva de las cadenas emocionales de
nuevo!
En Tu Nombre,
Amén.
Ahora es tu turno
¿Alguna vez has estado lisiada
emocionalmente?
Tal vez te estás sintiendo de esa
manera hoy. Si es así, me encantaría orar por ti y también lo haría por tus
hermanas de GiG. Haz clic en mi página de página
de Facebook, comparte una petición de oración, y luego ora
por la petición de oración sobre la tuya. Vamos a tener un encuentro de oración
a la antigua con una moderna manera en Internet para hacerlo.
Más de las GiGs
El devocional de hoy fue tomado de mi libro, How Jesus Broke the
Rules to Set You Free: God’s Plan for Women to Walk in Power and Purpose. Cómo Jesús Rompió las
Reglas para Hacerte Libre: El Plan de Dios para que las Mujeres Caminen en
Poder y Propósito. Si
alguien cree que el Cristianismo es opresivo haca las mujeres, entonces no ha
mirado muy de cerca cómo Jesús elevó a la mujer más que cualquier otra religión
en el mundo... alguna vez. Él arriesgó Su reputación para salvar las suyas.
Cada vez que entro en contacto con una mujer en la Biblia, él rompió una regla
cultural para liberar a las mujeres. ¿Quisieras solo probar para ver cómo Él
hizo esto? Haz clic en el título de mi libro en mi tienda online y observa el video
de avance. Te vas a sorprender.
Traducción: Norma Galvis
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