¿Todavía no has Aprendido esta Lección?
La Verdad
de Hoy
Mis queridos hermanos, tengan presente
esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para
enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. (Santiago 1:19-20 NIV)
Entre
Amigas
"¡Soy una pésima mamá!" ¿Alguna vez
has dicho estas palabras?
Yo sí.
Y lo hice ese día ... hace un año, cuando estaba
trabajando en mi oficina, ocupándome de mis propios asuntos, cuando fuera de la
nada mi hijo lanzó un avión de papel en la parte posterior de mi cabeza ... a
propósito.
Normalmente, nadie suele acoger un ataque
aéreo, rechiné los dientes, le di la severa "voz de mamá" y le pedí
que dejara de andarse con bobadas. Le dije que necesitaba un tiempo privado
para poder trabajar.
Él estuvo de acuerdo, y se volvió para irse.
Luego saltó ¡y me lanzó el avión de papel de
nuevo!
Déjame decirte que mi graciometro estaba
leyendo bastante bajo en este punto. Ladré como un perro enojado. "¿Qué crees
que estás haciendo? ¡Te acabo de decir que necesitaba que me dejaras sola para
poder trabajar un poco! ¡Basta, Preston!
"Pero mamá, hay un mensaje en el
avión", respondió con ternura. "Léelo".
Cuando desenvolví el avión de papel naranja
de construcción, vi este mensaje escrito en un marcador rosa: "Mamá, te
amo". Unas cuantas X y O seguían a su cariñosa declaración por avión. Ya
sabes: abrazo, abrazo, beso, beso. Puro y precioso.
¡Lindo! Me dije a mi misma. La mamá perdedora ataca de nuevo.
Había regañado a mi hijo y reaccioné con
frustración en un tono áspero. Todo el tiempo, mi hijo estaba tratando de
decirme que me ama.
Me sentí horrible.
El tiempo se detuvo mientras comenzaba un
diálogo interno tóxico y condenatorio.
La vergüenza empezaba a llenar mi corazón,
pero también el Espíritu de Dios dentro de mí, me dio un suave codazo,
recordándome que la condenación no es de Él. Su convicción, sin embargo, me
impulsó a elegir una respuesta más piadosa.
Susurré una rápida oración. Y a medida que
avanzaba en el camino de la gracia, el Señor cambió el tono de mi corazón. El
amor de Dios triunfó sobre mi ira.
Llamé a Preston a mi oficina y me disculpé por
mi comportamiento. Invité a mi alto y lanudo preadolescente a sentarse en mi
regazo y comencé una nueva conversación en un tono más tranquilo. Cariño,
aunque no soy particularmente fanática de los ataques de avión, especialmente
mientras trabajo, YO SOY aficionada de los ataques de amor.
Compartimos un dulce momento. Y cuando nos
reconciliamos, esta verdad surgió en mi corazón: cuando permitimos que el amor
de Dios triunfe sobre nuestra ira, nos posicionamos para experimentar la
restauración en las relaciones.
La Biblia nos dice que debemos ser lentos
para enojarnos.
"Mis queridos
hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser
lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa
que Dios quiere.” (Santiago 1:19-20)
Es una lección que todavía estoy aprendiendo.
Ahora, eso no significa que jamás deberíamos
enojarnos. Jesús exhibió la ira justa en el templo de Jerusalén cuando expulsó
a los mercaderes que estaban comprando y vendiendo allí. La ira justa es
bíblicamente permisible. Debemos estar enojados por el pecado y la injusticia.
Pero cuando respondemos a los demás con ira, se convierte en nuestro pecado.
¿Tienes alguna relación que necesite
restauración?
¿Eres rápido para escuchar o rápido para
hablar?
Los beneficios de permitir que el amor de
Dios triunfe sobre cualquier ira en mi corazón son tremendos, pero la
aplicación puede ser un desafío. No puedo vencer mis tendencias naturales y
pecaminosas para reaccionar y sobre reaccionar, solamente con ira. Necesito la
ayuda de Dios. Tú también la necesitas. Su gracia se satisface nuestras
necesidades cuando lo invocamos, y el Espíritu Santo nos ayudará a responder
con el amor perfecto de Dios, no con el nuestro.
Quiero ser rápida para escuchar los susurros
del amor de Dios.
Únete a mí para pedirle a Dios su amor para
que nos guíe hoy.
Vamos a orar
Santo Padre, Tú eres perfecto en amor... y yo
no lo soy. Confieso mi enojo / amargura / falta de perdón ahora mismo en lo que
respecta a____________________ (llena el espacio en blanco). Por favor perdóname y trae restauración a las
relaciones que han sido afectadas por mi enojo. Ayúdame a reconocer cuando sobre
reacciono o cuando respondo en una ira que es poco piadosa. Dame la gracia para
responder con amor, para ser lenta para hablar y rápida para escuchar.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
LEE Efesios 4:26-31. Haz una lista de lo que la Biblia
dice que deberíamos hacer o no hacer.
Luego usa esa lista para guiarte en oración.
¿Necesitas intercambiar enojo por
amor? Pasa unos momentos en oración.
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Chicas GiG
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Traducción: Norma Galvis
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