Ayuda para un Corazón que se Preocupa



Diciembre 27, 2018

Ayuda para un Corazón que se Preocupa
Gwen Smith

La Verdad de Hoy

Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. (Salmos 56:3, NVI)

Entre Amigas

El profeta Isaías dijo: "La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír". (Isaías 59: 1).  Aunque sé en mi corazón que esto es verdad, todavía a veces voy vuelvo entre la duda y la preocupación, como si los brazos de Dios fueran cortos y sus oídos estuvieran embotados. Mi amiga Erica también lo hace.

Ella vino a mi puerta con un paquete para entregar y una historia para compartir. Firmé por el paquete y comenzamos a ponernos al día. Sus hijos han crecido. Los míos son adolescentes. Su hija acaba de casarse. Mi hijo mayor acaba de ir a la universidad.  De madre a madre compartimos y nos preocupamos.

“Mi hija y su nuevo esposo podrían mudarse a Chicago. Tengo que ser sincera, Gwen,” dijo con seriedad, "no me está yendo bien confiando en Dios con esto. Estoy luchando contra la ansiedad y la preocupación ". Escuché y asentí con comprensión, conociendo muy bien la tensión de la preocupación y la ansiedad.
Luego se animó y compartió una historia que era más o menos así ...

¡Dios imprimió un mensaje en mi corazón esta mañana que me desafió y me dio convicción! Tengo que contártelo. Yo manejo motocicletas. Lo he hecho por años. Me encanta la sensación de estar al aire libre. Es emocionante y vigorizante. Cuando conduzco, me siento vulnerable y alerta. Es arriesgado y requiere equilibrio, es mucho más difícil que conducir mi automóvil, pero conduzco porque me motiva y me hace sentir viva.

Esta mañana conduje mi moto para ir a trabajar mientras aún estaba oscuro. Normalmente no hago eso porque el faro es pequeño, así que la luz es tenue. Mientras conducía, comencé a agradecer a Dios por permitirme montar mi moto para ir al trabajo. Le agradecí por permitirme sentirme viva y motivada en el camino. Y cuando lo hacía, Él habló a mi corazón. Sentí que estaba diciendo, "¡Erica! Así es como quiero que sea mi relación contigo: emocionante, arriesgada y motivante, ¡como conducir tu motocicleta! Pero en su lugar tú llevas tu automóvil conmigo. Quieres sentirte segura. Quieres ver con los faros más brillantes. Tomar más el control, al inquietarte y preocuparte por cosas sobre las que no puedes hacer nada. Al hacerlo, te pierdes una fe viva y vigorizante ... una fe que confía en mí y toma riesgos.

Ella compartió esa historia con lágrimas y convicción en sus ojos. Ambas fuimos movidas y desafiados. Esto me dejó con un nuevo anhelo por una fe más profunda.

Quiero subirme.

¡Quiero correr riesgos con el que pulsa las estrellas, el que mueve montañas, el que habla a través de una zarza ardiente, el impredecible e inescrutable, el Todo Poderoso!

Dios no nos llama a una fe segura. Él no promete que tendremos una visión clara de todo lo que tenemos por delante. Él no nos promete simplicidad. En su lugar, Él nos invita a abrazar una fe vibrante que confía en Él. Una fe que está viva y vigorizada, a pesar de las incógnitas cambiantes. Sus brazos no son demasiado cortos para salvar y sus oídos no son están embotados para escuchar. Él es poderoso, capaz, compasivo, misericordioso, santo, justo y fiel.

Estas verdades deben silenciar nuestras dudas ruidosas y calmar las ansiedades que buscan perturbarnos.

Dios es soberano y sus caminos son misteriosos.

Y en el centro de todas mis preguntas, éste resuena: ¿quién es mejor para confiar que Dios? ¿yo misma? Difícilmente. ¿mi salario? ¿mi historia clínica? ¿mis emociones? También podría perseguir el viento.

Al contemplar esto, vuelvo a lo que la Biblia tiene que decir sobre tales cosas.
"Vivimos por fe, no por vista." (2 Corintios 5: 7)

“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?” (Salmo 56: 3-4)

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” (Proverbios 3: 5-6)

¿Te está llamando el Señor a confiar en Él con algo o alguien hoy?

Decide subirte.

Vamos a orar

Amado Señor, por favor aquieta mi ansioso corazón. Dame el valor para dar pasos de fe, más allá de lo que puedo ver o intentar controlar. Te llevo estas cargas del corazón a Ti ahora__________________________.

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es tu turno

LEE  Isaías 41:10, “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.” Considera cómo sería tu día si creyeras que esto es verdad. Pasa unos momentos de oración en respuesta.

Más de las Chicas GiG

OFERTA ESPECIAL: Si el mensaje de hoy es donde estás y necesitas más ayuda práctica, tenemos un recurso llamado Trusting God, Confiando en Dios. Por tiempo limitado, Gwen está ofreciendo 20% de descuento sobre el libro Trusting God, en su página web cuando usas el código del cupón: 20OFF. Haz Clic aquí para obtener el tuyo ahora.

¡PSST! Si estás en Instagram, ¡a Gwen le encantaría contactarse contigo allí! Sigue aquí 


Traducción:  Norma Galvis

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Codicia Huele Mal

Qué Tienen de Común Tú y la Mujer Maravilla