Ayuda para un Corazón que se Preocupa
La Verdad
de Hoy
Entre
Amigas
El profeta Isaías dijo: "La mano del Señor no es corta para salvar,
ni es sordo su oído para oír". (Isaías
59: 1). Aunque sé
en mi corazón que esto es verdad, todavía a veces voy vuelvo entre la duda y la
preocupación, como si los brazos de Dios fueran cortos y
sus oídos estuvieran embotados. Mi amiga Erica también lo hace.
Ella vino a mi puerta con un paquete para entregar y una historia para
compartir. Firmé por el paquete y comenzamos a ponernos al día. Sus hijos han
crecido. Los míos son adolescentes. Su hija acaba de casarse. Mi hijo mayor
acaba de ir a la universidad. De madre a
madre compartimos y nos preocupamos.
“Mi hija y su nuevo esposo podrían mudarse a Chicago. Tengo que ser
sincera, Gwen,” dijo con seriedad, "no me está yendo bien confiando en
Dios con esto. Estoy luchando contra la ansiedad y la preocupación ".
Escuché y asentí con comprensión, conociendo muy bien la tensión de la
preocupación y la ansiedad.
Luego se animó y compartió una historia que era más o menos así ...
¡Dios imprimió un mensaje en mi
corazón esta mañana que me desafió y me dio convicción! Tengo que contártelo.
Yo manejo motocicletas. Lo he hecho por años. Me encanta la sensación de estar
al aire libre. Es emocionante y vigorizante. Cuando conduzco, me siento
vulnerable y alerta. Es arriesgado y requiere equilibrio, es mucho más difícil
que conducir mi automóvil, pero conduzco porque me motiva y me hace sentir viva.
Esta mañana conduje mi moto para ir a trabajar mientras aún estaba oscuro. Normalmente no hago eso porque
el faro es pequeño, así que la luz es tenue. Mientras conducía, comencé a
agradecer a Dios por permitirme montar mi moto para ir al trabajo. Le
agradecí por permitirme sentirme viva y motivada en el camino. Y cuando lo
hacía, Él habló a mi corazón. Sentí que estaba diciendo, "¡Erica! Así es
como quiero que sea mi relación contigo: emocionante, arriesgada y motivante,
¡como conducir tu motocicleta! Pero en su lugar tú llevas tu automóvil conmigo.
Quieres sentirte segura. Quieres ver con los faros más brillantes. Tomar más el
control, al inquietarte y preocuparte por cosas sobre las que no puedes hacer
nada. Al hacerlo, te pierdes una fe viva y vigorizante ... una fe que confía en
mí y toma riesgos.
Ella compartió esa historia con lágrimas y convicción en sus ojos. Ambas
fuimos movidas y desafiados. Esto me dejó con un nuevo anhelo por una fe más
profunda.
Quiero subirme.
¡Quiero correr riesgos con el que pulsa las estrellas, el que mueve
montañas, el que habla a través de una zarza ardiente, el impredecible e inescrutable,
el Todo Poderoso!
Dios no nos llama a una fe segura. Él no promete que tendremos una visión
clara de todo lo que tenemos por delante. Él no nos promete simplicidad. En su
lugar, Él nos invita a abrazar una fe vibrante que confía en Él. Una fe que está
viva y vigorizada, a pesar de las incógnitas cambiantes. Sus brazos no son
demasiado cortos para salvar y sus oídos no son están embotados para escuchar.
Él es poderoso, capaz, compasivo, misericordioso, santo, justo y fiel.
Estas verdades deben silenciar nuestras dudas ruidosas y calmar las
ansiedades que buscan perturbarnos.
Dios es soberano y sus caminos son misteriosos.
Y en el centro de todas mis preguntas, éste resuena: ¿quién es mejor para
confiar que Dios? ¿yo
misma? Difícilmente. ¿mi salario? ¿mi historia clínica? ¿mis emociones? También
podría perseguir el viento.
Al contemplar esto, vuelvo a lo que la Biblia tiene que decir sobre tales
cosas.
"Vivimos por fe, no por vista." (2 Corintios 5: 7)
“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su
palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?”
(Salmo 56: 3-4)
“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” (Proverbios 3: 5-6)
¿Te está llamando el Señor a confiar en Él con algo o alguien hoy?
Decide subirte.
Vamos a orar
Amado Señor, por favor aquieta mi ansioso
corazón. Dame el valor para dar pasos de fe, más allá de lo que puedo ver o
intentar controlar. Te llevo estas cargas del corazón a Ti
ahora__________________________.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
LEE Isaías 41:10, “Así que
no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te
fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.” Considera cómo
sería tu día si creyeras que esto es verdad. Pasa unos momentos de oración en
respuesta.
Más de las Chicas GiG
OFERTA
ESPECIAL: Si el mensaje de hoy es donde estás y necesitas más ayuda práctica, tenemos
un recurso llamado Trusting
God, Confiando en Dios. Por tiempo limitado, Gwen está ofreciendo
20% de descuento sobre el libro Trusting
God, en su página web cuando usas el código del cupón: 20OFF. Haz Clic aquí para obtener
el tuyo ahora.
¡PSST! Si
estás en Instagram, ¡a Gwen le encantaría contactarse contigo allí! Sigue aquí.
Traducción: Norma
Galvis
Comentarios
Publicar un comentario