¡De Ninguna Manera! Eso me Pone Nerviosa
La Verdad
de Hoy
Entre
Amigas
Al crecer jugábamos juegos tontos. Juegos
divertidos que conectaban hilos desconocidos y los ataban a una hora y lugar
específicos con un recuerdo. Uno de esos fue el juego del tarro de galletas.
Probablemente es más que un canto. ¿Recuerdas?
La multitud: "¡Amy robó la galleta del
tarro de galletas!"
Amy: "¿Quién, yo?"
La multitud: "¡Sí, tú!"
Amy: "No puede ser!"
La multitud: "Entonces, ¿quién?"
Amy: "Elise!"
La multitud: “¡Elise robó la galleta del
tarro de galletas!” ... y el juego seguía y nunca se recolectaban las galletas
que fueron robadas. ¿Quién se inventa estas cosas? ¿Por qué no podemos
simplemente pasar las galletas y comerlas con leche? Escucho tu "Amén".
A veces pienso que aquellos de nosotros que
somos amantes de Jesús jugamos el juego de galletas con la Gran Comisión.
Amantes de Jesús: “Susan, dile al mundo que
el Señor es bueno”.
Susan: "¿Quién, yo?"
Amantes de Jesús: "Sí, tú!"
Susan: "No puede ser!"
Amantes de Jesús: "¿Entonces
quién?"
Susan señala a otro cristiano que ella cree
que tiene menos desajustes en su armadura. "Tara!"
Y el juego continúa, pero la directiva de ser
testigos de Jesucristo no lo hace. Esto se
interrumpe bruscamente y se redirigió a "¿Quién, yo?"
Juego y dejo pasar oportunidades para
influenciar a otros hacia Cristo todo el tiempo. Renuncio a representarlo a Él
al mundo ... o a esa amiga, a la mamá del equipo de voleibol, a la vecina, al miembro
de la familia o a la compañera de trabajo que está desesperadamente necesitada
de Su gracia. ¿Por qué? Porque me gusta mi comodidad. Es esponjosa y yo soy superficial
con demasiada frecuencia.
No es un juego tan tonto cuando los asuntos
eternos están en juego, ¿cierto?
Es un juego triste.
Uno que tengo que dejar de jugar.
Una que todos
tenemos que dejar de jugar.
Casi puedo oírte susurrándome en voz baja. Estoy todo lo que respecta a Jesús, Gwen. ¡Yo
amo a ese tipo! Profundizo totalmente en Su gracia, amor, perdón y paz. ¡Oh ...
y en Su consuelo! Amo Su consuelo. Amo la epopeya de la Pascua de entregar-su-vida-y-resucitar-de
nuevo. PERO no me pidas que vaya a hablar de Él, ni mucho menos. Simplemente no
puedo. Mi vida es complicada. No sé lo suficiente de la Biblia. Mi matrimonio
está estropeado, estoy desempleada, y mis hijos son prodigios totales, posiblemente
no puedo ser usada por Dios para hacer cosas sagradas.
Si somos honestas, creo que todas estaríamos
de acuerdo en que la fe en Cristo sería mucho más cómoda sin esa cosa
aterradora de ser testigos. Estoy en lo cierto.
Es esencial que estemos motivados más allá de nosotras. Y esto no
significa que debas comenzar a repartir pistas bíblicas en las esquinas de las
calles o dejarlas con la propina en el próximo restaurante al que vayas, como
lo hace tu tío Bob.
Significa que debemos querer lo que Jesús
quiere. Hacer lo que Jesús hizo.
Jesús estaba en todo lo que respecta a hacer
la voluntad del Padre. " Porque he bajado del cielo no para hacer mi
voluntad, sino la del que me envió." (Juan
6:38, ESV) Igual a NVI.
Más allá de eso, para que tú y yo hagamos la
voluntad del Padre, debemos querer hacer las cosas que
Jesús quiere que hagamos. ¿Ves? Este es uno de esos puntos molestos de la materia del corazón.
Y Él les dijo a sus seguidores lo que quiere
que hagamos justo antes de su ascensión. " Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre
ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y
Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:
8, el énfasis es mío)
Reemplaza la última frase con tu nombre.
Serás Su testigo. Se te darán oportunidades
para influenciar a otros hacia Jesús.
¿Todavía nerviosa?
No lo estés El llamado a ser un testigo puede
parecer intimidante, pero recuerda, ¡esas palabras salieron directamente de los
labios amorosos de Jesús y Él jamás te pediría que hicieras algo con lo que Él
no te va a ayudar! Además, Él realmente no tiene ningún brillante candidato de
perfección para llamar. Todos simplemente somos tontos que tambaleamos y caemos
con más frecuencia de lo que nos gustaría admitir.
" Porque somos hechura de Dios, creados
en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica." (Efesios
2:10).
Vamos a orar
Amado Señor, eres bueno. Mi gran alegría es alabarte. Por favor ayúdame a que mi alabanza se
extienda a todas las áreas de mi vida.
Dame el valor para hacer lo que Tú has creado en mí para hacer. Empodérame para ayudar a otros a verte y a
indicarles en Tu dirección para que quienes me rodean puedan encontrar la
esperanza por la que están desesperados.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
¿Alguna vez jugaste el juego del tarro de galletas con la gran
comisión? ¿Qué COSA puedes hacer hoy para ser un testigo para Jesús? Visita miblog o envíame un mensaje directo en
Instagram y cuéntame una cosa. {¡Me encanta saber de ti!}
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Chicas GiG
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Traducción: Norma Galvis
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