La Práctica Hace el Progreso



Noviembre 14, 2018

La Práctica Hace el Progreso
Gwen Smith

La Verdad de Hoy

Señor, por la noche evoco tu nombre; ¡quiero cumplir tu ley! Lo que a mí me corresponde es obedecer tus preceptos. ¡Mi herencia eres tú, Señor!    Prometo obedecer tus palabras. (Salmos 119:55-57)

Entre Amigas

Siempre he sido un atleta. Como adulta, disfruto de poder caminar y mantenerme en forma. Al crecer, jugué en diferentes equipos deportivos todo el año, pero el voleibol siempre ha sido mi debilidad.

Jugué voleibol en la universidad y ahora ayudo a entrenar al equipo de la escuela secundaria de mi hija. He estado en este juego durante más de treinta años y he pasado más tiempo en la cancha, en la arena y en el césped jugando y practicando que la mayoría de las personas.

Pensarías que después de todas las horas invertidas, ya habré perfeccionado el juego, ¿cierto?

Apenas.

Todavía hay ocasiones en que meto un pase y hago intentos de remates que envían el balón a la red en lugar de hacerlo sobre la red. Todavía hay momentos en los que pierdo un servicio.

Cada error me frustra. En serio. Soy competitiva y odio perder. No importa cuánto haya crecido como jugadora, he llegado a darme cuenta de que cuando doy un paso en la cancha de voleibol, los errores van a ocurrir y siempre habrá oportunidades para que crezca y progrese en mis habilidades. Tan sencillo como eso.

¿Y sabes qué? He encontrado que lo mismo es cierto en mi vida de oración.

¿Recuerdas el viejo dicho de que "la práctica hace la perfección?" Bueno, ¡creo que es un montón de nada! Recientemente escuché una frase que representa mejor la realidad del crecimiento y el desarrollo: la práctica hace el progreso.

Ya sea que estemos hablando de nuestro desarrollo como atletas, como estudiantes, como esposas, como empleadas o simplemente como mujeres de fe, específicamente como mujeres de oración ─todos tenemos el propósito de crecer hasta que muramos.

La verdad sobre la cual escribió el apóstol Pablo en Romanos 7 aún permanece: no hacemos lo que debemos hacer y hacemos lo que no debemos. Es tan cierto. La oración, me temo, es una de las cosas "sin hacer" para muchas de nosotras. Parece que todas SABEMOS lo importante que es confiarle a Dios nuestras cargas, pero muchas de nosotras nos negamos a poner en práctica esta importante disciplina.

¿Alguna vez vas al teléfono antes de ir al trono?

Sí. Yo también.

Hay momentos en que no confío en Dios como debería. Y aunque he estado caminando con Él por fe durante mucho tiempo, todavía hay un millón de maneras en las que necesito crecer. Siempre va a haber maneras en las que podamos crecer y siempre habrá errores en los que podamos trabajar.

Mi relación con Dios crece cuando oro. La tuyo también lo hace.

De manera similar, nuestra confianza en Dios crece a medida que nuestras relaciones con Él crecen.

Jesús dijo esto: "Ya no los llamo siervos, porque un siervo no conoce los asuntos de su amo. En cambio, los he llamado amigos, porque todo lo que aprendí de mi Padre se los he dado a conocer a ustedes "(Juan 15:15)

Jesús cuenta con nosotras como sus "amigas". ¡Eso me vuela la cabeza! Sin embargo, ¿cuántos de nosotras hablaríamos con nuestros amigos íntimos con poca frecuencia al hablar con Jesús, nuestro Creador y Redentor?

Por supuesto, no es como si pudiéramos ignorar el mundo que nos rodea y orar 24/7. ¿Cierto? Todavía vamos a ir a trabajar y pasar tiempo con amigos y familiares, pero en medio de todo esto, las Escrituras nos dicen: " Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús..”(1 Tesalonicenses 5: 16-18).

La práctica de una vida de oración aumenta la fe y refuerza nuestro coraje para confiar en Dios.

Esto puede traducirse en oraciones de agradecimiento y petición durante las caminatas enérgicas, el tiempo en la fila de transporte compartido, mientras lavamos la ropa y tomamos los descansos para el almuerzo. Podemos canjear estos momentos para agradecer a Dios y orar por nuestros hijos, carreras, futuros, frustraciones, matrimonios, juicios y nuestros desafíos.

Cuando "pasamos la vida" con Dios al ejercitar la disciplina espiritual de la oración, nuestra fe crece.

Nos ayuda a confiar más en Él.

Un equipo fuerte de voleibol es uno que se apoya el uno del otro en el juego. Como cristianos, tenemos la ventaja. Tenemos a Dios en nuestro equipo. Y con Dios en nuestro equipo, no podemos fallar. Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotras? Solo necesitamos hablar con Él y confiar en él, en lugar de tratar de jugar el juego de la vida por nuestra cuenta.

La práctica hace el progreso.

Vamos a aprender a confiar más en Dios a medida que vamos a Él en oración.

Vamos a orar

Amado Dios, ¡que Tu me eligieras para llamarme amiga s simplemente increíble! ¡Te doy gracias porque aunque no soy perfecta, Tu gracia me permite progresar en la fe!  Por favor, perdóname por las veces en que entro en mi día y “vivo la vida” sin Ti.  Ayúdame a orar continuamente y a confiar en Ti con mis cargas.

En el Nombre de Jesús oro,

Amén.

Ahora es tu turno

¿Cómo calificas tu vida de oración en una escala de 1 a 10? ¿Dónde te gustaría calificar tu vida de oración en la misma escala? ¿Estás dispuesta a hacer cualquier cosa por esto? Si es así, ¿qué? Si no, ¿por qué?

Desafío GiG para añadir 10: Durante una semana, te reto a añadir 10 minutos de oración cada día a tu rutina normal de oración. ¿Lo harás? ¿Sí? ¡Publícalo! Deja un comentario/compromiso en un mensaje directo en Instagram  diciendo, “¡Estoy comprometida en añadir diez!”

Más de las Chicas GiG

El libro más reciente de Gwen Smith, I WANT IT ALL, YO LO QUIERO TODO, es un llamado apasionado a seguir a Dios con grandes expectativas por el impacto, los desafíos ─y las bendiciones ─que vienen de soñar grandes sueños y creer que Dios guarda sus promesas.  YO LO QUIERO TODO te va a ayudar a experimentar más fe, más poder, y más impacto.  Más de Jesús.  Todo de Jesús.  Todo lo que Dios tiene para ti.  Ordena el tuyo en Amazon, o en la página web de Gwen.

El devocional de hoyes un extracto de Trusting God, A Girlfriends in God Faith Adventure.  Confiando en Dios, una Aventura de Fe de Girlfriends in God, por Sharon Jaynes, Gwen Smith y Mary Southerland


Traducción:  Norma Galvis

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