Convirtiendo las Preocupaciones en Oraciones
Noviembre
26, 2018
Convirtiendo las Preocupaciones en Oraciones
Arlene Pellicane
Convirtiendo las Preocupaciones en Oraciones
Arlene Pellicane
La Verdad de Hoy
Por
eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su
cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el
cuerpo más que la ropa? (Mateo
6:25)
Entre Amigas
Era solo una pequeña
diligencia que se convirtió en una fiesta de preocupaciones.
Quería enviar un regalo a una
amiga sin alguna razón en especial, así que lo empaqué y le puse algunas
estampillas en el sobre. Me dirigí a una nueva “oficina postal del pueblo” que
había visto en mi vecindario. Imaginé que ellos podían pesar mi paquete y
asegurarse de que puse suficientes estampillas en él.
Cuando llegué al mostrador de
la oficina de correos la cual se albergaba en una estación de gasolina, el
hombre en el mostrador sonrió. “Estás de suerte,” dijo. “El cartero
acaba de salir con los paquetes de hoy.” Le pregunté si podía pesar mi paquete
para verificar dos veces si el franqueo era correcto. “Lo siento,” replicó. “No
pesamos los paquetes aquí. Simplemente los enviamos por correo.”
Dado que el cartero estaba parado
ahí mismo, aturdida le di el paquete. Cuando volví al carro, empecé a
preocuparme.
¿Qué
pasa si no puse el franqueo suficiente?
¿Y
si el regalo se pierde?
¿Acabo
de perder mi tiempo y mi dinero?
¿Por
qué no fui a la oficina de correos de este pueblo en lugar de una oficina
normal?
Sabes cómo es
cuando tu mente vuela entre arrepentimientos y qué pasa si. ¿Y no es cierto que las cosas pequeñas y
triviales de la vida nos pueden llenar de preocupaciones? Quiero decir, no era
realmente un asunto importante si enviaba el paquete con muy poco franqueo.
Muchas veces, las cosas que nos consumen en el presente ni siquiera son
importantes uno o dos días después.
Quizás es por
eso que Jesús dedicó tiempo a enseñar acerca de la preocupación. Dio ejemplos
de la naturaleza. Si Dios alimenta a las aves del aire, ¿no te alimentará a ti?
Después de todo, eres mucho más valiosa. Si Dios viste las flores de los campos
con tanta belleza, ¿no te vestirá? Mateo 6: 31-32 (NVI) dice: "Así que no se preocupen
diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Los
paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes
las necesitan.
Preocuparse
significa "dividir, desgarrar, despedazar, tirar en direcciones
opuestas". Cuando estamos ansiosos, nos permitimos ser desgarradas por
nuestras circunstancias. Jesús sabe que tú y yo luchamos con la preocupación.
Tal vez es por eso que dice "No te preocupes" tres veces en este pasaje
(Mateo 6:25,
31,
34).
Jesús nos da razones sólidas por las que no debemos preocuparnos. Aquí hay
algunos:
La preocupación no es racional.
Si Dios cuida de las aves y las flores, ¿no nos cuidará a nosotros ya que somos
mucho más valiosos para Él? ¿No tiene Él suficiente poder para vestirnos y
atender nuestras necesidades diarias?
La preocupación es ineficaz.
No importa cuánto te preocupes, eso no cambia tus circunstancias. "¿Quién
de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de
su vida?" (Mateo 6:27).
La preocupación es irreligiosa.
Cuando nos preocupamos, actuamos como los paganos que no conocen a Dios y que
viven la vida independientemente de Él (Mateo 6:32).
Entonces, ¿cómo
podemos evitar preocuparnos ─ya sea por asuntos triviales como mi visita a la
oficina postal o por asuntos importantes relacionados con nuestras finanzas o
nuestra salud. Encontramos el antídoto para la preocupación en los versículos
33-34:
Busca
a Dios primero. “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios
y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.”
Toma
un día a la vez. “Por lo
tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada
día tiene ya sus problemas.”
La próxima vez
que empieces a preocuparte, ora en su lugar. Busca el rostro de Dios sobre lo
que le preocupa y deje los resultados en sus manos. Si Él cuida de las pequeñas
aves y de las flores del campo, Él ciertamente cuidará de ti.
Vamos a orar
Te doy gracias por no tener
que preocuparme por qué voy a comer, beber, o vestir. Deposito mis preocupaciones
en Ti para que Tú me sostengas. Jamás permitirás que el justo caiga. Ayúdame a
caminar en Tu paz hoy.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu turno
Piensa en algo que te preocupa
normalmente. Imagínate en ese momento orando en lugar de preocuparte. Memoriza Filipenses 4:6 (NIV)
y léelo en voz alta: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con
oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.”
¿Sabías que
puedes entrenarte a tí misma para orar en lugar de preocuparte? Toma la decisión
de preocuparte menos y orar más hoy y en los días por venir.
Más de las GiGs
¡Si eres madre,
tal vez estás muy familiarizada con preocuparte por tus hijos! Si pudieras usar
un poco más de aliento adicional acerca de orar más y preocuparte menos en la
crianza de los hijos, busca 31 Days to Becoming a Happy Mom.
31 Días para Convertirte en una Mamá Feliz.
Traducción: Norma Galvis.
Comentarios
Publicar un comentario