Qué te Pierdes Cuando No Perdonas
La Verdad de Hoy
Porque, si
perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre
celestial. Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les
perdonará a ustedes las suyas. (Mateo 6:14-15, NIV).
Entre Amigas
Un
último deseo.
El
anhelo del corazón de una madre moribunda.
Un
deseo que solo una persona pudo haber satisfecho. Pero él no lo hizo.
Si has leído algunos de mis libros, sabes que mi
infancia fue un caldero de violentas discusiones, rabia provocada por el
alcohol y peleas físicamente aterradoras. Cuando era una niña vi cosas que un
niño jamás debería ver y escuché cosas que un niño jamás debería escuchar. Mis
padres eran un desorden. Sus hijos eran aún más desordenados.
Pero
Dios ─mis dos palabras favoritas en la Biblia.
Conocí
a Jesús de una manera poderosa cuando tenía catorce años, mi mamá me siguió
cuando yo tenía diecisiete años, y mi malvado viejo aceptó a Cristo cuando yo tenía
veinte años. Nuestra familia fue un retrato de misericordia y gracia pintado
por la mano de un Dios totalmente amoroso.
Durante los siguientes treinta años se llevó a cabo
una gran cantidad de perdón mientras Dios remodelaba y rehacía los corazones
antes endurecidos. Pero no todos recibieron el regalo. Algunos lo resistieron
con los brazos extendidos y dijeron: “No, gracias. Me aferro a mi odio".
Algunos optaron por aferrarse a la falta de perdón y aferrarse al resentimiento
con puño firme e implacable. Y el regalo de la gracia fue rechazado.
Mi
madre no obtuvo su último deseo ... ver a uno de sus hijos por última vez.
Estaba triste por ella, pero sobre todo, estaba triste por él. Se perdió la
bendición de ver el milagro de la dulzura de mamá, la humildad de mamá, el amor desbordante de mamá por su familia. Él se perdió lo precioso de sus últimos
días.
Amiga,
no quiero que te pierdas una sola bendición que Dios tiene para ti. Ni una. Nada
bloqueará el flujo de la gracia como un corazón que no perdona. La falta de perdón es beber un veneno y
esperando que la otra persona muera. Perdonar es liberar al prisionero y darse
cuenta de que el prisionero eras tú.
Hubo
una vez un niño pequeño que tenía su mano atrapada en un valioso jarrón.
Después de muchos intentos fallidos para liberarlo, su padre decidió que la
única solución era romper el jarrón. Pero antes de que el martillo cayera sobre
la delicada porcelana, su padre dijo: "Hijo, intentémoslo una vez más. Abre
tu mano dentro del jarrón y luego junta las yemas de tus dedos. Ahora, trata de
deslizar la mano fuera de la abertura."
Luego,
el niño miró a su padre y respondió: "No puedo, papá. Si hago eso, dejaré
caer mi centavo."
¿Cuántas
veces nos perdemos las abundantes bendiciones de Dios porque nos aferramos a
los centavos?
Resentimiento.
Enfado.
Amargura.
Derecho
Falta de perdón.
Todos los centavos.
¿Te
estás aferrando a la falta de perdón con un puño apretado que dice: "¡Por
Dios, no voy a perdonar a esa persona que me lastimó! Ella/Él no se lo merece!
"
Me
sorprenden las palabras de Pablo a los colosenses: " Así como el Señor los perdonó, perdonen
también ustedes." (Colosenses
3:13). El perdón no es para el beneficio de la persona que te lastimó. Es
para el beneficio del que perdona.
No
quiero que te pierdas una sola de las bendiciones de Dios. Suelta la falta de
perdón. Aférrate de la gracia. Se libre.
Vamos a orar
Señor, Te doy las gracias por
perdonarme. No quiero perder ninguna de
las bendiciones que tienes para mí debido a un corazón endurecido. Hoy perdono a __________________ por
_________________ de una vez por todas.
Aunque no me guste, estoy obedeciendo Tu mandato. Estoy soltando ese centavo y vengo a Ti con
una mano abierta para recibir todo lo que tienes para mí.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu turno
¿Qué
aprendes sobre el perdón de esta parábola?
¿Como cuál
persona en esta historia quieres ser?
Más de las
Chicas GiG
El diablo es un mentiroso. Él es quien te dice que no podemos perdonar a
la persona que nos hirió. Pero no vamos
a dejarlo ganar. ¡Vamos a reemplazar esa
mentira con la verdad de Dios!
¿Las voces en tu cabeza te dicen
que no eres suficientemente buena, suficientemente inteligente, suficientemente
bonita, o simplemente que no sirves para nada, punto? Si es así, es tiempo de dejar de escuchar las
mentiras que sabotean tu confianza y empezar a acoger la verdad de tu verdadera
identidad en Cristo. Es tiempo para
sobreponerse a las mentiras del enemigo con las promesas de Dios.
Acompáñame en el estudio Bíblico Enough: Silencing the Lies that
Steal Your Confidence Ya
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Traducción: Norma Galvis.
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