Aprendiendo a Amar mi Trabajo
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Octubre 19, 2018
Aprendiendo a Amar mi Trabajo
Aprendiendo a Amar mi Trabajo
La Verdad
de Hoy
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el
Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los
recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. (Colosenses 3: 23-24, NVI).
Entre Amigas
¿No es increíble pensar que Dios ha creado un
"trabajo" para cada uno de nosotros? A menudo asumimos que a Dios
solo le interesa el "trabajo de la iglesia". Nada podría estar más
lejos de la verdad.
Cuando Jesús vivió sobre la tierra, pasó la
mayor parte de Su tiempo fuera de las paredes del templo, con la gente. Visitó
sus casas, sus lugares de trabajo, sus fiestas ─sus vidas. Jesús quería estar
con la gente. Debemos tener esa misma actitud cuando se trata del lugar de
trabajo. Dios te ha puesto en tu trabajo por muchas razones.
Todos queremos ser exitosos en nuestro
trabajo. Su oficina puede estar en el centro o simplemente al interior de la
puerta de su casa. Tu ropa de trabajo puede ser un sastre o jeans y camiseta. Puede
que te paguen en efectivo o con dibujos de crayones y besos pegajosos. Ninguna
de estas cosas nos hacen exitosas en el lugar de trabajo. El éxito en el lugar
de trabajo no está determinado por dónde
trabajamos ... sino por cómo
trabajamos.
El Salmo 23 del Trabajador
El Señor es mi jefe, nada me falta.
Él me da paz, cuando el caos me está rodeando
Me recuerda orar, antes de hablar enojada.
Él restaura mi cordura.
Él guía mis decisiones para que pueda honrarlo a Él
en todo lo que hago.
Aunque enfrente cantidades absurdas de correo
electrónico,
fallas del sistema, atascos de la fotocopiadora,
pedidos retrasados, fechas límite poco realistas, déficit
de personal,
recortes de presupuesto, burocracia, reducción de personal,
compañeros de
trabajo chismosos y clientes quejumbrosos,
no me rendiré, porque Tú estás conmigo.
Tu presencia, paz y poder me ayudarán a pasar.
Tú me levantarás, aun cuando el jefe no me promueva.
Me reclamas como tuya, aun cuando la compañía
amenaza con echarme.
Tu lealtad y amor son mejores que un cheque de
bonificación.
Tu plan de jubilación supera a cualquier pensión
vitalicia,
y cuando todo esté dicho y hecho,
¡Estaré trabajando para ti por mucho más tiempo!
(Autor desconocido)
Dios es el Señor de todo ─ ¡o no es el Señor de
nada! Sin embargo, a menudo fallamos en ceder ciertas partes de la vida a Su
control. La realidad es que el 95% de rendición está todavía un 5% corta. Dios
quiere todo lo que somos o esperamos ser. Hacerle a Él El Señor es la única
manera en que Él puede cumplir plenamente Su plan y Su propósito en nuestras
vidas. Y hasta que Él sea El Señor, jamás vamos a estar contentas.
El lugar de trabajo es un área común de la
vida donde nos resulta fácil vivir nuestras propias agendas. Por alguna razón,
parece que pensamos que una vez que nos sentamos en nuestro escritorio, nos
reportamos para el servicio, o marcamos la tarjeta de ingreso, entramos en una
zona de "No se permite a Dios". Qué triste ─cuando Él está listo y
esperando no solo para equiparnos y capacitarnos para ser el mejor empleado que
podamos ser, sino que desea derramar Sus bendiciones sobre nuestro trabajo.
Una oportunidad y una bendición aún mucho
mayor llega cuando Dios nos usa en el lugar de trabajo para comprar de Él y Su
mensaje de amor y restauración con quienes lo buscan. Dios nos pone
estratégicamente en un campo misionero escogido llamado "trabajo". Un
compañero de trabajo tiene que ver una respuesta piadosa a la crítica injusta.
Un jefe debe ser testigo del espíritu de sumisión discreto y amable ─ incluso
ante un cambio de trabajo difícil. Un seguidor completamente devoto puede ser
la única persona que alcanza y ministra a alguien que está necesitado. No te
equivoques, amiga. Todo el mundo en el trabajo está observando para ver si
somos "auténticas". Éste puede
ser el "sermón" más importante que ellos escuchen.
Te desafío a que
hagas tu trabajo "para Él" y veas lo que Él hace en y a través de una
vida comprometida en hacerlo a Él El Señor de todo. Hoy, celebra el campo
misionero llamado "trabajo" y pídele a Dios que te use en gran manera.
Vamos a orar
Señor, perdóname por
mi actitud con respecto al trabajo. Elijo ver mi lugar de trabajo como un altar
bajo el cual pongo mi servicio como un sacrificio de alabanza por todo lo que
Tú has hecho en mi vida. Ayúdame a amar
a mis compañeros de trabajo de una manera que les hagas saber que hay un
Dios. Ayúdame a animar a mi jefe cuando
él/ella esté abrumado/a. Usa mi voz y
las palabras que hablo para volver sus corazones hacia Ti y hacia Tu amor. Edifícame en la disciplina que necesito para
ser un empleado estelar que Te honra y Te agrada en el lugar de trabajo.
En el Nombre de
Jesús,
Amén.
Ahora es Tu Turno
· ¿Qué ves como tu principal propósito en tu lugar de
trabajo actual?
· ¿Eres feliz en tu lugar de trabajo? ¿Por qué sí? ¿Por qué
no?
· Examina tu actitud de corazón sobre tu trabajo. ¿Qué
cambios debes hacer?
· Piensa en una persona de tu trabajo que necesite tu amor
y aliento. Planea animar a esa persona
de alguna manera esta semana.
Más de las Amigas GiG
El libro de Mary 10-Day Trust Adventure,
Diez Días de Aventura en la Confianza, te ayudará a rendir cada parte de tu
vida a Dios. Esta decisión es la base
para que tú confíes verdaderamente en Dios.
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Traducción: Norma Galvis
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