¡Ayuda! ¡Mi Trabajo me está Matando!
Octubre 23, 2018
¡Ayuda! ¡Mi Trabajo me está Matando!
¡Ayuda! ¡Mi Trabajo me está Matando!
La Verdad
de Hoy
No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y
sirvan al Señor con entusiasmo. (Romanos 12:11, NTV).
Entre Amigas
Recientemente me detuve en una tienda de
descuento local para buscar algunas cosas. Cuando fui a la caja, el cajero me
pareció muy familiar. Él debió haber visto la pregunta en mis ojos porque
sonrió y dijo: "Me place verla, señora Southerland". Cuando escuché
su voz, inmediatamente lo reconocí como el gerente de un supermercado local
donde frecuentemente compraba. Antes de que pudiera decir una palabra, explicó:
“Perdí mi trabajo en el supermercado. Evidentemente, tuve que cambiar los
campos misioneros por un tiempo.” Ahora, eso es lo que llamo una perspectiva
celestial de un trabajo terrenal.
Dios usa nuestro trabajo como una de sus
herramientas para moldearnos en lo que Él quiere que seamos. El estrés llega
cuando vemos nuestro trabajo como nuestra principal misión en la vida. No lo es.
Es la oportunidad dada por Dios para proporcionar las herramientas que
necesitamos para cumplir nuestra misión en la vida.
El apóstol Pablo escribe: "La vida no
vale nada a menos que la use para hacer el trabajo que me asignó el Señor Jesús
─el trabajo de contarles a los demás las Buenas Nuevas sobre la gran bondad y
el amor de Dios" (Hechos 20:24, Biblia Viviente, traducción personal).
Pablo trabajó como fabricante de tiendas de
campaña, sembrador de iglesias y escritor. Su propósito nunca cambió, pero su
trabajo ciertamente lo hizo. Muchas de nosotras no necesitamos un trabajo
diferente. Solo necesitamos una actitud diferente y un nuevo punto de vista
sobre el trabajo que tenemos.
¿Cómo hacemos que eso suceda?
Empieza por imaginar a Jesús parado en medio
de tu lugar de trabajo como tu verdadero jefe. Luego busca las lecciones de
vida que Dios proporciona a través de tu trabajo.
Dios usa nuestro trabajo para enseñarnos responsabilidad.
Cumplir con las fechas límite, completar las tareas asignadas con excelencia,
mostrar respeto por los compañeros de trabajo (incluso los que son abrasivos) y
trabajar sin supervisión, son todas valiosas lecciones de vida aprendidas en el
trabajo. Cuando intentamos recortar las esquinas, el estrés interviene y causa
estragos en nuestra actitud sobre el trabajo.
Dios usa a las personas en el trabajo para
enseñarnos valiosas lecciones sobre las relaciones. La cooperación, la
imparcialidad, la flexibilidad, la humildad y la paciencia son las habilidades relacionales
de un trabajador exitoso. El estrés llega cuando nos apartamos de las pautas
que Dios nos da para las relaciones piadosas. Nuestro lugar de trabajo no es
solo uno de nuestros campos misioneros ordenados por Dios, sino que también es
un salón de clases para aprender a amar a los que no son amables y perdonar a
los imperdonables. Tú puedes ser el único sermón que tus compañeros de trabajo escuchen
alguna vez.
Dios usa nuestro trabajo para enseñarnos cómo
servir. La manera en que servimos a Dios es sirviendo a los demás. Dios quiere
que crezcamos espiritualmente en el trabajo al convertirnos en siervos de
aquellos con quienes trabajamos. Es fácil servir a las personas que se sientan
a nuestro lado en un servicio todos los domingos, pero un verdadero servidor
sirve en el trabajo ... todos los días. Dios nos pide que aceptemos a los demás
incondicionalmente, alentamos a los demás continuamente, perdonemos a los demás
libremente y ayudemos a los demás voluntariamente.
Las actitudes nunca se quedan quietas. Están
en movimiento constantemente y cambian.
Una actitud es un patrón de pensamiento y un
filtro a través del cual vemos la vida.
Podemos elegir ser honestas acerca de nuestra
actitud en el trabajo, y podemos elegir cambiar nuestra actitud sobre el
trabajo, pero lo más importante es que podemos elegir orar por la actitud de
Dios sobre nuestro trabajo. Cuando no podamos cambiar nuestra actitud, El que
vive en nosotros puede hacerlo. Él puede darnos Su actitud. Intercambiar
nuestra actitud por la Suya siempre elimina el estrés.
Vamos a orar
Señor, Te doy gracias
por Tu provisión a través de mi trabajo.
Te alabo por la oportunidad de servirte a Ti y a los demás a través de
mi trabajo. Permíteme ver a quienes
están necesitados y alcanzarlos en Tu nombre.
En el Nombre de
Jesús,
Amén.
Ahora es Tu Turno
Reflexiona en las
maneras en que Dios usa tu trabajo para enseñarte valiosas lecciones de vida
enumeradas a continuación. Enumera
circunstancias de trabajo específicas y lecciones que aprendiste en cada
una. Examina tu actitud sobre tu trabajo
para detectar cualquier cambio que tenga que hacerse. Registra esos cambios a continuación.
Dios usa mi
trabajo para enseñarme responsabilidad.
______________________________ ______________________________
Dios usa a la gente del
trabajo para enseñarme sobre las relaciones. ____________________________________________________________
Dios usa mi trabajo para
enseñarme cómo servir. ______________________________ ______________________________
Reflexiona en las
siguientes preguntas.
¿Las personas con quienes trabajo ven a Cristo en mí?
¿Saben ellos siquiera que soy cristiana?
¿Qué cambios tengo que hacer con el fin de dirigir a mis
compañeros de trabajo a Cristo?
Más de las Amigas GiG
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Traducción: Norma Galvis
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