Caminando Donde Jesús Caminó



Octubre 16, 2018
Caminando Donde Jesús Caminó
Wendy Speake


La Verdad de Hoy

Entonces Jesús entró con ellos en un lugar llamado Getsemaní... Y llevándose con Él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y preocupado.  Luego les dijo, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte.  (Mateo 26: 36-38, NVI)

Entre Amigas

Mi esposo y yo acabamos de regresar de nuestro primer viaje a Israel. He escuchado durante años que una peregrinación a Tierra Santa cambiará la vida de un creyente, ¡que la Biblia va de blanco y negro a tecnicolor! Todo esto es verdad. Cuando caminas por donde caminó Jesús, y lees las palabras que La Palabra habló en esos lugares, con las rocas que testifican debajo de tus pies, tu fe crece demasiado para permanecer en el interior y desliza por tus cuentas en forma de lágrimas de sobrecogimiento.

Mi día favorito fue cuando condujimos a Jerusalén, ansiosos por poner nuestros pies donde los pies de nuestro Salvador habían pisado. Ansiosos por inhalar el olor de la tierra que Él hizo primero y luego caminó, lloró sobre ella. Al conducir hacia Jerusalén, nuestro guía explicó que el 85 por ciento de todos los eventos bíblicos ocurrieron en el mismo camino que tomamos ahora. Este camino se conoce como "la cuenca" de Israel, porque la lluvia de las montañas se acumula en los valles, formando un exuberante camino a través del país desértico hasta el Monte Moriá, el Monte Sión y Hebrón ─fluyendo hacia Jerusalén y Belén, y hacia Beerseba, donde el pozo de Abraham todavía corre profundo. La cuenca.

Mientras caminábamos por el Monte de los Olivos, mi cuenca personal comenzó a fluir. Descendiendo por la pequeña colina cubierta de un antiguo bosque de olivos, nos dirigimos hacia el jardín, conocido entonces y ahora como El Jardín de Getsemaní. Exuberante, regado por la cuenca ─donde El Agua Viviente lloró.

Al inhalar profundamente, las partículas de la tierra llenaron mis pulmones ─el polen y el polvo fluían con el oxígeno. Caminando por el jardín, largas ramas me rozaban los hombros y exhalé dióxido de carbono ─mi ofrenda a los árboles del jardín. Ellos bebieron de mí, esos troncos retorcidos y delicadas hojas delgadas, con aceitunas creciendo en pequeños grupos en cada rama. Las hojas se movían silenciosamente en la brisa por un momento antes de convertir mi regalo en oxígeno de nuevo. Ellos exhalaban, e inmediatamente mis pulmones se expandían de la gracia ofrecida una vez más.

De ida y vuelta, por siglos, desde el principio de los principios, este ciclo de inhalación de oxígeno y exhalación de dióxido de carbono ha continuado. La codependencia de la humanidad danza con la creación, testificando a nuestro inteligente creador.

Fue entonces cuando pensé en los elementos reciclados, moviéndose de un lado a otro durante siglos; entre la humanidad y este jardín del huerto ─esta arboleda y humanidad ─la humanidad y estos árboles ─y los pulmones del Dios hecho hombre mientras Jesús inhalaba y exhalaba la noche que fue traicionado. Hoy fue mi turno en el jardín, para inhalar Su exhalación, a través de este antiguo ritual del jardín.

Es poético más que realista, lo sé, pero las imágenes aún me bendicen. Cómo el aire en mí una vez había sido el aire en Él. Y cuando Él entregó Su aire y entregó Su Espíritu, Su espíritu también me llenó.

Superada por Su sacrificio, me quité las sandalias y me quedé allí en el suelo Sagrado.

Sin pecado propio, Él tomó toda la presión de mi pecado. El Jardín de Getsemaní es "El Jardín de la Prensa de Aceite". Getsemaní se traduce como prensa de aceite. Ahí es donde Jesús fue a orar cuando el peso de nuestros pecados comenzó a presionar pesadamente sobre Él. Isaías profetizó que el Mesías sería completamente aplastado por nuestras iniquidades. Este fue el lugar donde comenzó el aplastamiento.

Sin embargo, en lugar de aceite, dejó las lágrimas en el jardín de la prensa de aceite. En lugar de ser aplastado hasta la muerte, fue aplastado a la vida eterna. En lugar de ungir aceite, Él liberó una cuenca de sangre ungida y purificadora ─para que una corriente de perdón pudiera fluir desde Jerusalén hacia todo el mundo. La cuenca.

Vamos a orar

Oh Jesús, Te doy gracias por poner Tu aire en mis pulmones, y Tu Espíritu en mi espíritu, y fe para creer en Ti en mi corazón.  Te doy gracias por someterte a la presión, hasta el punto de muerte, para que yo pudiera conocer la vida eterna contigo en el jardín de Tu eterno Reino. Bien sea que haya caminado por donde Tu caminaste sobre la tierra o no, gracias por caminar donde estoy hoy, por medio de la presencia de Tu Espíritu Santo. Que yo pueda recordar diariamente quitarme mis sandalias y levantar mis manos en alabanza, ¡porque ésta también es Tierra Santa!

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es tu turno

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Más de las Chicas GiG

Wendy Speake es coautora de Triggers: Exchanging Parents’ Angry Reactions for Gentle Biblical Responses.  Detonadores:  Cómo Intercambiar Reacciones Iracundas por Amables Respuestas Bíblicas.  En la vida diaria puedes encontrarla compartiendo la Palabra de Dios con historias personales de fe en Facebook (ya sea en Tierra Santa o simplemente haciendo la Obra Santa de criar los hijos.)


Traducción:  Norma Galvis

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