A Veces Solo Necesitas Respirar
La Verdad de Hoy
Dichoso el
hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de
los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del
Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la
orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo
cuanto hace prospera!.” (Salmos 1:1-3, NVI)
Entre Amigas
Era
uno de mis árboles favoritos. Y se estaba muriendo.
Vivimos en un lago, y mi árbol moribundo era
verdaderamente un "árbol plantado a la orilla de un río". Entonces,
¿cómo podría estar muriendo? ¿Cómo podrían las ramas que se encuentran justo en
el medio del arbusto verde estar convirtiéndose en leña? No tenía sentido.
Llamé
a un arbolista para que viniera y le diera un vistazo. Él vio el problema de
inmediato.
"Señora, ¿ve cómo se ese árbol parece un poste
de teléfono clavado en el suelo? No es así como se debe plantar un árbol. Usted
debería poder ver algunas de las raíces que se extienden desde el tronco. Esas
raíces están cubiertas de tierra, hierba y estas hermosas plantas perennes que
ha sembrado en la base. El árbol no puede respirar ".
"¿No
puede respirar?" Pregunté.
"Síp. Vea, un árbol es un organismo vivo que
necesita respirar, así como usted lo hace. Si las raíces están asfixiadas,
entonces no puede. Los árboles necesitan luz solar, agua, dióxido de carbono y
nutrientes del suelo. Esas flores que ha plantado a su alrededor en realidad se
están robando los nutrientes. La tierra que cubre las raíces lo está asfixiando.
Tiene agua, pero necesita más que eso.”
"En
conclusión, su árbol está estresado".
Ah,
palabras que entiendo. "Estresado."
Entonces,
el arbolista limpió parte de la tierra alrededor de las raíces para permitir
que el árbol respirara y cortó las ramas muertas. Luego desenterró las flores y
las echó a un lado. Casi podía escuchar al árbol respirar profundamente como
si dijera: "¡Ah, gracias!"
Tres
meses después, parece que el árbol lo va a lograr después de todo.
Toda
esta reflexión sobre mi árbol plantado a la orilla de un río me hizo pensar en mi agenda
... en mi vida. Y, por supuesto, eso me llevó a tu agenda ... a tu vida.
Me
gusta pensar de mí misma como un árbol plantado a la orilla de un río, similar al que se
menciona en el primer salmo. Me levanto cada mañana y me remojo en la Palabra
de Dios antes de entrar en mi día. Esa es mi agua. Mi agua viva.
Pero no es suficiente beber por la mañana y luego
sofocar mi día con demasiadas actividades, compromisos y fechas límite.
Necesito más que agua para prosperar. Necesito poder respirar.
Puedo plantar "hermosas" actividades en mi
vida como esas flores, pero éstas pueden estar succionando los nutrientes
directamente de mi alma. Esas actividades pueden verse bien en mi agenda, pero puede que no sean buenas para el
alma. Puedo sofocar mis raíces con compromisos y apilarme en el suelo para que
me parezca más a un ser inerte que está clavado en el suelo ─un
poste telefónico ─en lugar de un árbol que da fruto.
Entonces,
al comenzar esta temporada de otoño con sus actividades, tengo que detenerme y
examinar si son exactamente lo que Dios quiere que haga, o si son simplemente
"flores bonitas" que me impiden ser el árbol que da fruto a su
debido tiempo.
Mientras
pensaba en mi agenda de otoño con sus compromisos y fechas límite, tuve que
preguntarme si estoy cubriendo las raíces de mi corazón ─sofocándolo del mismo
aire que necesita para respirar.
Y
eso es lo que quiero que consideres hoy. Vamos a hacer algo más que sobrevivir. ¡Vamos
a prosperar! Elimina lo que tiene que ser despejado. Desecha lo que tiene que
ser desechado (incluso si se ve bonito en tu agenda). Haz espacio para
respirar.
Vamos a orar
Señor, quiero se un árbol plantado
a la orilla de un río que da fruto a su debido tiempo. Mientras entro en la temporada de otoño, abre
mis ojos para ver las actividades y los compromisos innecesarios, y ayúdame a
saber cuándo decir “no.” Muéstrame lo
que necesito arrancar y echar a un lado.
Ayúdame a hacer lo que tengo que hacer para evitar estresar mis raíces y
sofocar mi alma.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu turno
Quiero que tengas este devocional
en mente mientras se acerca el otoño. Antes
de poner algo en tu agenda, hazte estas tres preguntas que Liz Higgs se hace a
sí misma en su libro Only Angles Can Wing
It. Sólo los Ángeles Pueden Volar.
1. ¿Esta
actividad va a importar dentro de una semana? ¿Un mes? ¿Un año?
2. ¿Hay
alguien que hace esta tarea mejor que yo, a quien yo pudiera delegarla?
3. ¿Hacer esto
satisface un corazón necesitado de mí o de alguien a quien amo mucho?
4. ¿Cuáles son
las ramificaciones si no hago esto?
5. ¿Cuáles son
los resultados si lo hago?
Más de las
Chicas GiG
¿Las voces en tu cabeza te dicen
que no eres lo suficientemente buena, inteligente bonita o simplemente no
sirves para nada? Si es así, es tiempo de dejar de escuchar las mentiras que
sabotean tu confianza y empezar a abrazar la verdad de tu verdadera identidad
en Cristo. Es hora de vencer las mentiras del enemigo con las promesas de Dios.
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Traducción: Norma Galvis.
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