Una Audacia Descarada
Abril 23, 2019
Una Audacia Descarada
Una Audacia Descarada
La Verdad
de Hoy
Entre Amigas
Yo lo quiero todo. Quiero todo lo que Dios
tiene para mí. Sin embargo, no creo que mi vida refleje realmente esa actitud.
Tiendo a conformarme con mucho menos que lo mejor de Dios para mi vida.
Dios anhela derramar Sus bendiciones sobre
Sus hijos. De alguna manera nos hemos creído la mentira de que vamos a recibir
buenas cosas de Dios trabajando más duro, intentando ser mejores o haciendo más
cosas buenas. Amiga, eso viene del hoyo y huele a humo.
Fuimos salvadas por la gracia de Dios y nada
de lo que hagamos o dejemos de hacer va a ser lo suficientemente bueno para
ganarse el favor de Dios. En Efesios el apóstol Pablo nos dice que la salvación
es un regalo –punto.
Efesios 2:8 (NVI) “Porque por gracia ustedes han sido
salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de
Dios...”
Si podemos ganar la salvación, esto sería
simplemente un salario por las obras que hemos hecho. Somos salvos por medio de
la fe en Dios solamente. La salvación y la bendición de Dios son Sus regalos
para nosotros. Nosotros simplemente los
recibimos. Y sin embargo, intentamos hacer que las bendiciones de Dios parezcan
casi imposibles de experimentar. Él solo está buscando que lo busquemos a Él...
para escuchar Su voz... y luego seguirlo a Él.
Solo imagina que hoy es el cumpleaños de tu
hijo. Has planeado una fiesta maravillosa y has gastado mucho tiempo escogiendo
el regalo perfecto de cumpleaños. ¿Esperas que tu hijo se gane el regalo limpiando
la casa, lavando la ropa, sacando la basura y completando cada labor de una
larga lista de tareas que has preparado? ¡Por supuesto que no! Tú simplemente
quieres deleitarte con la alegría en el rostro de tu hijo cuando él o ella
reciben y abren ese regalo especial.
He recibido el regalo de la salvación como
muchas de ustedes. Hemos rendido nuestras vidas a Él y buscamos seguirlo a Él.
Pero yo quiero todo lo que Él ha planeado para mí –¿tú no? Las buenas noticias
son que Dios quiere que vayamos a Él con “audacia descarada” y pedir por Sus
bendiciones.
Lucas
11: 5-10 “Supongamos —continuó— que uno de ustedes tiene un amigo, y a medianoche
va y le dice: “Amigo, préstame tres panes, pues se me ha presentado un amigo
recién llegado de viaje, y no tengo nada que ofrecerle”. Y el que está adentro
le contesta: “No me molestes. Ya está cerrada la puerta, y mis hijos y yo
estamos acostados. No puedo levantarme a darte nada”. Les digo que, aunque no
se levante a darle pan por ser amigo suyo, sí se levantará por su impertinencia
y le dará cuanto necesite.” Así que yo
les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá
la puerta. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra; y al que
llama, se le abre.”
¿Captaste la alucinante verdad en este pasaje
de las Escrituras? Las palabras “audacia descarada” saltaron sobre mí por
primera vez cuando mi esposo predicaba un poderoso mensaje sobre este pasaje de
las Escrituras. ¡No te pierdas esta verdad! Dios quiere que oremos y vivamos y
respiremos con la configuración mental de que queremos todo lo que Él ha
planeado para nosotros ¡ahora y eternamente! Y podemos ir a Él con esa audacia
descarada –no debido a alguna cosa que hemos hecho –sino debido a quién es Él y
lo que Él ha planeado para cada uno de nosotros. ¡Él es Dios! Él es nuestro Señor
y Salvador y nuestro Padre que está esperando derramar Sus asombrosas bendiciones
sobre Sus hijas. ¿Por qué? ¡Porque Él nos ama! ¡Él nos adora! Fuimos creadas
por Dios y para Dios. Como Max Lucado dice, “Si Dios tuviera un refrigerador ¡nuestras
fotografías estarían en él!”
Hoy, aférrate a la verdad que a los ojos de
Dios tú eres alguien especial. Eres planeada y querida. Tú le perteneces. Eres
escogida. ¡Ve delante de Él y dile que lo quieres todo! ¡Sí, quieres todo lo
que Él ha planeado para ti! Ahora extiende tus manos, amiga. ¡Las más altas y
ricas bendiciones para tu vida están en camino!
Vamos a orar
Padre, estoy cansada
de conformarme conlas escasas sobras que este mundo tiene para ofrecer. Perdóname
por no estar dispuesta a dar pasos de fe y buscarte a ti y el plan que tienes
para mi vida. Señor, realmente quiero todo lo que tienes reservado para mí.
Ahora mismo, vengo a Ti con audacia descarada y pido que Tú viertas esas
bendiciones en mi vida. Las recibo de Tu mano de misericordia y gracia y Te
agradezco de antemano por lo que vas a hacer en mi vida mientras Te busco y Te
sigo.
En el Nombre de
Jesús,
Amén.
Ahora es Tu Turno
Lee y memoriza Efesios 2:8 “Porque por gracia
ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que
es el regalo de Dios.” ¿Cómo podrías definir “gracia” y “fe” y cómo se aplican en
tu vida?
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Traducción:
Norma Galvis
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