Supérate a Ti Misma, ¡Ya!
La Verdad
de Hoy
Jabés invocó al Dios de Israel, diciendo: “Oh
si me bendijeras y ensancharas mis fronteras...” (1
Crónicas 4:10 ESV[1])
Entre
Amigas
Hace años trabajé con una mujer en Nashville llamada Cindy. Era una
editora sensata de una importante compañía de música. Cada mes ella escuchaba
las canciones que yo escribía y ofrecía una retroalimentación constructiva que requería
esta chica compositora para tener una piel dura y usar ropa interior de niña
grande. Ella era sal y luz para mí en el lugar de trabajo, pero no de la forma
que yo esperaba o necesariamente apreciaba en ese momento.
No siempre me encantó lo que tenía que decir.
¿Total honestidad? Ella. Asustaba. Yo. Tonta.
Luchaba con sus opiniones fuertes y duras mientras crecía al mismo tiempo
de la poda de sus sabias palabras profesionales. Ella me desafió hacia una
mayor excelencia y no temía decir palabras difíciles de verdad.
Una cosa que nunca olvidaré: mientras escuchaba las nuevas canciones que
escribía, ella regularmente insistía en que yo era una "líder de alabanza/compositora
de adoración" en lugar de un compositora de Música Cristiana Contemporánea
(CCM) escritora/artista. Me volvía loca porque estaba SEGURA de que yo era un
escritora/artista de CCM.
A lo largo de los años, Cindy y yo nos hicimos amigas y, finalmente, me
di cuenta de que ella tenía razón. Soy una líder de alabanza y compositora de
adoración. Y no es solo quién soy, es quien siempre fui. Incluso cuando no lo
sabía e insistía en lo contrario.
Cindy murió a principios de sus cincuentas.
El cáncer nos la robó.
Unas pocas noches antes de que se fuera para estar con el Señor, un gran
grupo de los mejores compositores de Nashville se reunieron junto a su cama
para celebrar su vida que era sal y luz para Jesús. Para agradecerle por su
impacto, compartir historias y cantarle sagradamente a ella para el otro lado
de la gloria. Un nudo mantenía cautiva mi garganta mientras observaba la
reunión en línea a través de un video. Qué legado. Cindy derramó sabiduría en
tantas personas, dijo e hizo cosas que hicieron que otros pensaran en grande
acerca de Dios, y los incitó a la excelencia.
Ella vivió una vida de influencia porque fue intencional acerca de ser
sal y luz en mi vida y en la vida de muchos otros.
Quiero morir así.
Quiero vivir así.
¿Tú no?
En la Biblia, un hombre llamado Jabés le pidió a Dios toda la influencia
que Dios pudiera darle. Jabés le rogó al Dios de Israel: «Bendíceme y ensancha
mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción». Y
Dios le concedió su petición.”(1 Crónicas 4: 10).
Jabés quería vivir con impacto al máximo.
Él suplicó ser un creador de la diferencia. Estoy justo ahí con él.
Todos tenemos influencia. La pregunta es: ¿Usaremos nuestra influencia
para influir en nuestros amigos hacia una película impresionante o los
influenciaremos hacia nuestro Dios asombroso? ¿Elegiremos vivir de una manera
que haga que nuestro prójimo o compañero de trabajo no creyente quiera escuchar
más acerca de Jesús? ¿Le enseñaremos a una joven esposa a entender cómo respetar
a su esposo, o ayudaremos a una joven madre a darse cuenta de que Dios es honrado
cuando cuida a sus hijos exigentes y desagradecidos? ¿Ayudaremos al padre
cansado de un hijo pródigo a ver que la rebelión de su hijo no es su fracaso y
no es el capítulo final de la fe de su hijo?
Todo comienza con una elección.
Si queremos ser mujeres de impacto, tenemos que vivir con los ojos bien
abiertos ante las oportunidades de Dios.
Tenemos que ir más allá de nuestras propias agendas y movernos en la
dirección de SU agenda.
No se trata de hacer más de lo que ya estás haciendo –se trata de
escuchar los susurros de Jesús en el medio de la tienda de abarrotes, o en el
salón de uñas, o en tu cubículo, en la banca siguiente, en tu sala de estar, o
en el salón de clases.
Ser una mujer de impacto no se trata de
hacer más cada día, se trata de vivir para ser guiadas por Jesús en los días
que te son dados.
Todo comienza con una elección.
Si queremos ser mujeres de impacto, tenemos que
vivir con los ojos bien abiertos ante las oportunidades de Dios. Hacemos eso
cuando vamos más allá de nuestras propias agendas y le preguntamos a Dios cuál
es SU agenda. ¡Pidamos a Dios que nos bendiga y amplíe los límites de nuestra
influencia para Él hoy!
Vamos a orar
Amado Señor, Gracias por impactar mi vida con
tu gracia y verdad. Por favor abre mis ojos para ver las oportunidades a mi
alrededor para llevar a otros hacia Ti. Remueve mi corazón para hacer que hoy y
cada día cuenten para Ti.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
Lee
Proverbios 31: 15-27. Nota las diferentes áreas de impacto que ves. Considera a
las personas en tu vida que influencias. Ora por una visión fresca, valor, y
oportunidades para impactar sus vidas para Cristo.
OBSEQUIO:
Quiero impactarte hoy, así que estoy obsequiando 3 copias digitales de la banda
sonora de mi libro, I WANT IT ALL. (Yo lo Quiero Todo) Para
tener una oportunidad de ganar, haz CLICK HERE para visitar mi blog y
dejar un comentario respecto a quién quieres impactar, y tal vez compartir una
idea o dos sobre cómo podrías hacer eso hoy.
Más de las Chicas GiG
¿Has escuchado los Podcast GRACEOLOGY con Gwen Smith? Pasa tiempo con Gwen y sus amigas cuando
vayas en el trasporte público a trabajar, salgas a pasear, a hacer ejercicio, a
correr, o a hacer diligencias o a viajar. ¡Los podcasts son
perfectos para escuchar mientras haces tus labores en casa! (¿Alguna lava la ropa?) Cada episodio
del podcast GRACEOLOGY con Gwen Smith está lleno de diversión, conversaciones
enfocadas en la fe, llenas de gracia, que te van a ayudar a conocer más y a
confiar más en Dios.
Esas discusiones te van a animar de
maneras significativas para vivir y descansar en la GRACIA de Jesús en medio de
los días abarrotados y desordenados. Haz CLIC AQUÍ para escuchar en iTunes, o visita GwenSmith.net/Graceology para más información.
La
publicación de hoy es un extracto del nuevo libro de Gwen Smith, I WANT IT ALL.(Yo lo Quiero Todo) el cual incluye un Estudio Bíblico al
respaldo del libro.
Traducción: Norma
Galvis
Comentarios
Publicar un comentario