Confiando en Dios en Todas las Cosas


Abril 26, 2016
Confiando en Dios en Todas las Cosas
 Rachel Wojo
La Verdad de Hoy

Encomienda tu camino al Señor, confía en Él, y Él actuará. (Salmos 37:5,ESV[1])

Entre Amigas

Unos cuantos segundos parecieron como una eternidad mientras ponía mis dedos en el mostrador del baño. ¿La línea sería más o menos? Esperar unos segundos por los resultados de la prueba de embarazo parecieron una eternidad. Pero ahí estaba. Sí, mi instinto estaba bien, y yo estaba embarazada por tercera vez en cuatro años. Sabía que debía estar feliz y ¡oh, lo estaba! Amo a los bebés. ¡Los bebés son maravillosos! Pero también había una parte de mí que se sentía abrumada en lugar de llena de alegría. Culpable en lugar de contenta.

Me sentí como una mamá grande, gorda, y fracasada, pero también estaba avergonzada de compartir mis sentimientos profundos con alguien. Verás, este dulce bebé sería nuestro quinto. Ya era madrastra, una mamá con discapacidad, y madre de dos pequeños. Simplemente no creía que podría ser quien este bebé necesitaba que yo fuera. No veía cómo podía hacer física o mentalmente más de lo que ya estaba haciendo. Me pregunté por qué Dios estaba bendiciendo tan dulcemente a nuestra familia con otro bebé cuando parecía que no podía manejar todo lo que Dios ya me había dado.

Afortunadamente, nuestro Dios sabe muchísimo más de nosotros que lo que nosotras sabemos. Cuando leo el versículo clave de hoy de manera individual, se puede sentir como un mandato ambiguo. "Encomienda tu camino..."  Como que todo mi trabajo es confiar en Dios y solo necesito reunir algo más de confianza para darle. Pero Dios me ama tanto, te ama tanto, que no solo espera que rebusquemos un montón de confianza por nuestra cuenta y la pongamos toda en Sus manos.

Mira, el versículo anterior al versículo clave de hoy es fundamental para comprender lo que el salmista desea transmitir en este pasaje. Salmo 37: 4 "Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón."

El "deleitarse" viene antes del "encomendar." Podemos darle a Dios todo lo que tenemos una y otra vez; podemos orar cada día para que Él dirija nuestro camino. Pero si nuestros corazones no disfrutan de una relación con Él, si no anhelamos Su presencia y anhelamos la plenitud de Su Espíritu, entonces los deseos de nuestros corazones no serán de Él. El enemigo tiene una manera de llenar nuestros corazones y mentes con su negatividad. Él es el que provoca los pensamientos de "No soy lo suficientemente buena," "Jamás podré hacer esto," y "¿Cómo irá a funcionar esto?"

Cuando vivimos en una interacción momento a momento con Jesús, Él nos empodera con pensamientos firmes de confianza.  Él implanta entusiasmo por lo que le agrada a Él. Su Espíritu infunde una seguridad de que nuestro Dios es digno de nuestra confianza. Es en los depósitos de tiempo de quedarse quieta y conocer que Él es Dios que ganamos esa habilidad para confiar en Él en todas las cosas. Ya sea que incluya un hijo, un esposo, una nueva relación, un trabajo diferente o circunstancias difíciles, Dios ha prometido que Él actuará. Tenemos el privilegio de devolverle a Él lo que nos ha dado, confiando en que el Proveedor siempre será el Preservador.

Han pasado catorce años desde que Dios nos obsequió a Samuel a mi vientre. El nombre "Samuel" significa "Dios ha escuchado." Ni siquiera sabía qué significaba su nombre cuando lo nombré. Pero eso me encanta muchísimo. Porque Dios me escuchó y supo lo que necesitaba antes de que yo supiera qué necesitaba.

Tal vez en este momento sientes que Su provisión es demasiada y tú no eres suficiente. Tal vez confiar en Dios con todo lo que tienes parece más una tarea de cautiverio que un boleto a la libertad. Espero que hoy te sientas animada a dar un paso atrás de “encomendar” y hacer una pausa para “deleitarte.” Porque ese es el momento cuando realmente experimentamos un anhelo más profundo y lleno de confianza.

Vamos a orar


Amado Padre, estoy luchando para confiar en Ti, y parece que la situación es que me has dado más de lo que puedo manejar. Ayúdame a reconocer que Tú eres tanto el Proveedor como el Preservador. Dame el deseo de acercarme más a Ti para que confiar en Ti sea mi inclinación natural. Reconecta mi corazón para que se deleite y se comprometa contigo.


En el Nombre de Jesús,


Amén.


Ahora es tu Turno

¿Te resulta difícil confiar en Dios con las circunstancias no solicitadas? ¿Qué sucedería si haces una pausa para deleitarte en el Señor solamente?

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[1] Versión Estándar en Inglés, traducción personal.

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