La Generosidad es un Privilegio
La Verdad de Hoy
El que tiene un ojo generoso será
bendecido, pues comparte su pan con los pobres. (Proverbios
22: 9, NKJV[1])
Entre Amigas
Fue
un acto de generosidad que llamó mi atención.
Después de que terminé de hablar en una conferencia, un adolescente pidió
hablar conmigo en mi mesa de libros. "Sé que esto puede ser extraño,"
dijo él. "Pero me gustaría comprar libros para las siguientes diez
personas en su mesa".
Me entregó $ 100. ¡No podía creer que alguien quisiera ser tan generoso,
y no podía creer que fuera un muchacho de 17 años! La iglesia anfitriona no
estaba en una zona rica de la ciudad y más tarde supe que el chico no provenía
de una familia rica.
Elogié su generosidad y le indiqué que se mantuviera cerca, para que
pudiera escuchar por casualidad mi siguiente conversación. Una amable mujer de
unos cincuenta años me entregó una pequeña pila de libros para comprar. Tuve el
privilegio de decir: “Un donante anónimo ya ha comprado esos libros para usted.
¡Hoy son gratis!”
Deberías haber visto la sonrisa en su cara y las lágrimas en sus ojos.
Fue casi tan conmovedor como la mirada en el rostro de ese joven al ver la
alegría generada por su acto de sacrificio.
Él, el generoso dador, ¡fue bendecido! La verdad de hoy dice que " El que
tiene un ojo generoso será bendecido, pues comparte su pan con los pobres." ¿Cómo se es generoso? Creo que se trata de
mirar alrededor para notar las necesidades de los demás y responder. Lo
contrario sería un ojo egoísta, un ojo centrado en mí. Ahora esa es el tipo de
ojo con el que nacemos y el tipo que las redes sociales generan. Necesitamos
cultivar un ojo generoso por el poder del Espíritu Santo.
Había
un dicho publicado en la iglesia anfitriona: "La generosidad es un privilegio."
No es un deber, una carga, un problema o algo que deba evitarse a toda
costa. Es un privilegio dar dinero en una ofrenda, pagar la comida de alguien,
servir a los niños como voluntarios o comprar libros para otra persona. La
Biblia nos dice cuál debería ser nuestra actitud cuando damos, 2 Corintios 9: 7, “Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su
corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con
alegría.”
Cuando das generosamente a otros, te estás asociando con Dios en la
profunda obra del ministerio. Estás poniendo un foco en las abundantes buenas
obras de Dios en nuestras vidas. Puedes ser generosa con tu dinero, y también
puede ser generosa en estas áreas:
Tu tiempo. Pasa tiempo sin prisas con tus familiares y
mejores amigos. Se generosa con tus minutos con la gente y miserable con tu
tiempo en tu pantalla (T.V.). Tómate el tiempo para trabajar como voluntaria en
proyectos de servicio, conducir o sentarte con una amiga herida.
Tus talentos. Tal vez tienes corazón de entrenadora o profesora. Puedes ser voluntaria
para dar tutoría a niños o entrenar baloncesto. ¿Cantas o tocas un instrumento?
Participa en tu iglesia, únete a una banda o al ministerio en tu asilo de
ancianos local. ¿Eres genial con los números? Podrías ofrecer ayuda a una organización
sin fines de lucro con su contabilidad.
Tus palabras. Sé generosa en tus elogios y palabras de aliento. En Hechos 20: 2 (NVI) dice que Pablo " Recorrió aquellas regiones, alentando a los creyentes en muchas ocasiones, y por fin llegó a
Grecia."
Vamos
a ser conocidas por nuestros actos generosos y nuestros ojos generosos. La
generosidad es verdaderamente un privilegio y una bendición para todos los
involucrados.
Vamos a orar
Querido Jesús, Te agradezco
por Tu máxima generosidad al amarme. Cambia mi corazón de un corazón egoísta a
un corazón dador. Que yo hable palabras de aliento a la gente que me rodea.
Ayúdame a dar alegremente de mi dinero, tiempo y talentos.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
¿Usualmente das dinero de mala
gana o alegremente?
Piensa en tu agenda esta
semana. ¿Qué es algo generoso que puedes hacer por alguien?
Más de las GiGs
¿Cómo puedes
animar a los niños a ser generosos? El libro de Arlene Growing Up Social: Raising Relational Kids in a
Screen-Driven World Cómo
Crecer Socialmente: Criando Hijos Relacionales en un Mundo Dirigido por una
Pantalla (en coautoría con el Dr. Gary Chapman) te va a mostrar cómo enseñar a
tus hijos gratitud y generosidad. Es lo opuesto al espíritu de derecho de hoy
en día.
Traducción: Norma Galvis.
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