Cuando no Deseas Volver a la Manera en que Eras


Agosto 24, 2018
Cuando No Deseas Volver a la Manera en que Eras
Sharon Jaynes

La Verdad de Hoy

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.” (Salmos 51:10 NVI.)

Entre Amigas

Acabo de quitarme los frenillos dentales ... otra vez.

He tenido frenillos en mis dientes superiores tres veces.  Cuéntalas. Uno. Dos. Tres.

Como explicó el ortodoncista, "Los dientes tienen memoria".  Siempre quieren volver a ser como eran ".

Tan pronto como dijo esas palabras, me sentí culpable.  Tengo una tendencia a volver a la forma en que era.

Todos lo hacemos.

Karen (no es su nombre real) admitió haber destruido por sí sola su matrimonio con una frialdad pasiva agresiva, palabras destructivas y una falta de respeto de la peor clase.  Después de que su esposo se alejó del matrimonio, ella tuvo un tiempo del Espíritu Santo y se dio cuenta de lo que había hecho.  El corazón de Karen se ablandó y juró que nunca volvería a ser esa mujer.

Ella se sumergió en el estudio de la Biblia y comenzó a orar por su exesposo a pesar de que el matrimonio había terminado.  Karen adquirió el bello brillo santo de una mujer que sabía que había sido totalmente perdonada y completamente amada por Dios.  Milagrosamente, su exesposo vio el cambio, ¡y el matrimonio fue restaurado!

Sin embargo, después de unos años, el comportamiento destructivo comenzó a infiltrarse nuevamente.

Una palabra aquí.

Un hombro frío allí.

Un encierro en sí misma por semanas seguidas.

Diez años después de la restauración milagrosa, el matrimonio se estrelló y se quemó.

"Los dientes tienen memoria.  Siempre quieren volver a ser como eran ".

Jesús vio esta tendencia a caer en las viejas costumbres cuando limpió el templo.  Al comienzo de su ministerio, después de su primer milagro de convertir el agua en vino en las bodas de Caná, viajó a Jerusalén para celebrar la Pascua.

"Y en el templo halló a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, e instalados en sus mesas a los que cambiaban dinero.  Entonces, haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos del templo, juntamente con sus ovejas y sus bueyes; regó por el suelo las monedas de los que cambiaban dinero y derribó sus mesas.  A los que vendían las palomas les dijo: ¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado?'"(Juan 2:14-16 NIV)

Tres años más tarde, durante su última semana de vida en la tierra, Jesús se encontró nuevamente con el caos profano.

"Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas.  «Escrito está —les dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”; pero ustedes la están convirtiendo en “cueva de ladrones”».” (Mateo 21:12-13 NVI).

¿Cómo ocurrió la corrupción la segunda vez?  No creo que todo esto sucediera inmediatamente.  Después de que Jesús limpió el templo inicialmente, sospecho que se mantuvo así por un tiempo.  Pero un día, un cambista montó su mesa. Luego, otro trajo algunas aves, seguidas por un par de ovejas, y luego llegó una vaca.

Lo siguiente que sabes, es que el templo no era distinto de lo que era antes de que Jesús lo despejara y lo limpiara tres años antes.  En tres años había vuelto a ser un caos profano.

Y Dios me susurra al oído: “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños" (1 Corintios 6:19 NVI).

A veces yo soy ese templo caótico.

El comportamiento pecaminoso debidamente barrido, pensamientos poco piadosos, y emociones a punto de saltar al acantilado, están ansiosos por volver a aparecer en todo momento.  Depende de mí (y de ti) mantener el templo limpio.
Quizá has tenido un tiempo del Espíritu Santo en algún momento de tu vida ─un tiempo que te causó un gran cambio en tu estilo de vida.

Pero, por el momento, para mantener el impulso, debemos estar constantemente conscientes de nuestra tendencia a revertir... a volver a ser como éramos.

Estoy tan agradecida de que Jesús regresara a limpiar el templo una segunda vez.  Esto me hace saber que Él va graciosamente a regresar a mi desordenado ser una y otra vez con escoba en mano.

No sé de ti, pero no quiero volver a la forma en que era.  Si estás dispuesta a tomar un momento, y pedirle a Dios si hay algo que has permitido que entre furtivamente de vuelta, acompáñame en oración con el Salmo 51 a continuación.

Luego, deja un comentario y di: "¡Lo estoy haciendo hoy!"

Vamos a orar

Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a Tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones.  Lávame de toda mi maldad.  Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante Tus ojos, por esto, Tu sentencia es justa, y Tu juicio irreprochable.  Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva la firmeza de mi espíritu.

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es tu turno

¿Puedes pensar en algunas conductas o hábitos que te hayas comprometido a cambiar en el pasado, pero que se han metido furtivamente de vuelta en tu vida?

Si es así, la tarea de hoy es sencilla, pero no es fácil.  Renueva tu compromiso de limpiar el templo una vez más.  Luego coopera con el Espíritu Santo para mantener tu resolución.  Recuerda, las misericordias de Dios son nuevas cada mañana.

Más de las GiGs

Nada impide que los viejos hábitos vuelvan a meterse furtivamente como la oración.  Una de las maneras en que mantengo fuerte mi matrimonio es orando con las Escrituras por mi esposo.  En Praying for Your Husband from Head to Toe, Cómo Orar por Tu Esposo de la Cabeza a los Pies, trazo dieciséis puntos de referencia para ayudarte consistente y efectivamente a cubrir a tu esposo en una oración poderosa.  Desde su mente y los pensamientos que tiene, hasta sus pies y el camino que toma.  Este recurso va a cambiar tu matrimonio y a tu hombre... e incluso a ti.

Me encantaría que vinieras a visitarme en  www.sharonjaynes.com y revisaras mis recursos para edificar un matrimonio fuerte.

Traducción:  Norma Galvis.


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