Cuando Sientes que no Sirves para Nada



Agosto 30, 2018
Cuando Sientes que no Sirves para Nada
Sharon Jaynes

La Verdad de Hoy

“Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12:9 NVI.)

Entre Amigas

Cuando tenía seis años, me fui dando saltitos a la escuela con una nueva caja de crayones, un vestido de punticos y una nueva esperanza de que yo sería inteligente.  Pero el primer grado solo confirmó mi mayor temor.  Yo “no era lo suficientemente buena."

Tan pronto como mi maestra de primer grado levantó la primera ficha nemotécnica de ortografía, supe que estaba en problemas. Formamos nuestras sillas de madera en miniatura en una fila como un tren chu-chu.  La profesora levantó una ficha nemotécnica para que identificáramos la palabra.  Si nos perdíamos la palabra, teníamos que ir al furgón de cola.  Pasé la mayor parte del primer grado en el furgón de cola.  No podía deletrear ni para salvar mi vida.  Por alguna razón, tenía problemas especialmente con la palabra the.

La voy a ayudar, mi maestra debe haber pensado.  Ella me hizo una etiqueta que decía t-h-e, y tuve que usarla durante dos semanas. Los estudiantes se acercaban a mí y me preguntaban: "¿Por qué estás usando esa etiqueta?" "¿Te llamas 'The'?" "Debes ser estúpida". "¿Qué pasa contigo?"

Bueno, aprendí cómo deletrear la palabra the, pero eso no fue todo lo que aprendí.  Aprendí que no era tan inteligente como todos los demás, y una vez más, no era suficiente buena.  Y a pesar de que terminé bien en la escuela, muchas veces todavía me he sentido como esa niña pequeña en el furgón de cola del tren de ortografía.

Moisés fue un hombre que sintió que no era lo suficientemente bueno.  Cuando Dios le habló a través de una zarza ardiente y lo llamó para sacar a Su pueblo de la esclavitud egipcia, tuvo un gran caso de los "no soy suficientemente bueno".

Fue entonces cuando tuvo una discusión unilateral con Dios.  Moisés le dijo a Dios que él era el hombre equivocado para el trabajo.  No era lo suficientemente valiente, lo suficientemente fuerte, lo suficientemente inteligente, lo suficientemente elocuente, lo suficientemente carismático o lo suficientemente seguro.

En un momento, Moisés dijo: " Supongamos que me presento ante los israelitas y les digo: “El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes”. ¿Qué les respondo si me preguntan: “¿Y cómo se llama?”

Yo soy el que soy[a] —respondió Dios a Moisés—. Y esto es lo que tienes que decirles a los israelitas: “Yo soy me ha enviado a ustedes”. "(Éxodo 3: 13-15).

Moisés tenía 80 años cuando tuvo su discusión con Dios en la zarza ardiente. Pero incluso las rodillas más débiles en las manos del YO SOY pueden convertirse en una poderosa fuerza a tener en cuenta.

Me voy a arriesgar y te diré que tú también, en uno u otro momento, vas a tener luchas con sentimientos de inferioridad, inseguridad e insuficiencia, tal como lo hizo Moisés.  Y la afirmación subyacente que alimenta el sentido de inutilidad es "No soy suficientemente __________."  Puedes llenar ese espacio en blanco con cualquier cantidad de cualidades.

Pero esto es lo que debemos recordar: lo que sea que sintamos que no somos, Dios es.  Él es el Dios que llena nuestros vacíos; Él es YO SOY quien llena nuestros espacios en blanco.

Cuando decimos: "No soy suficientemente fuerte", Dios dice: "YO SOY".
Cuando decimos: "No soy suficientemente sabia", Dios dice: "YO SOY".
Cuando decimos: "No soy suficientemente valiente", Dios dice: "YO SOY".
Cuando decimos: "No soy suficientemente inteligente", Dios dice: "YO SOY".
Cuando decimos: "No soy suficientemente buena", Dios dice: "YO SOY".

Una vez que dejamos de lado las mentiras de que no somos suficientes y tomamos la verdad de que somos más que suficientes por la presencia y el poder de Jesús en nosotros, entonces seremos libres de la inseguridad paralizante y en camino a experimentar la valentía confianza para hacer todo lo que Él nos llame a hacer.  Es hora de salir del furgón de atrás y sentarse al frente con el Ingeniero Jefe.

¿Quieres saber algo increíble? Una de mis mayores debilidades cuando era niña fue deletrear palabras.  Y ahora eso es lo que Dios me ha llamado a hacer hoy ... escribir con palabras.  Estoy junto a Pablo que se lamentaba de sus debilidades: " pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. "(2 Corintios 12: 9, NVI).

Eso es lo que sucede cuando permitimos que Dios llene nuestros espacios en blanco.  Él convierte lo que percibimos como nuestra mayor debilidad en nuestras mayores fortalezas.

¿Qué te está llamando Dios a hacer hoy? ¿En qué áreas sientes que no eres suficiente? ¡Oh amiga, gracias a la obra consumada de Jesucristo en la cruz y su poder en ti, eres más que suficiente! No lo olvides.

Vamos a orar

Padre Celestial, muchas veces me he sentido como que no soy suficientemente buena, suficientemente inteligente, suficientemente sabia... simplemente insuficiente, punto.  Ayúdame a dejar de enfocarme en mis insuficiencias auto percibidas y empezar a enfocarme en Tu provisión Todopoderosa.

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es tu turno

¿Hay alguna área en tu vida donde te dices a ti misma que no sirves para nada?  Si es así, ¿cuál es?

¿Qué te está diciendo Dios sobre tus capacidades a través del devocional de hoy?

¿Las voces en tu cabeza dicen que no eres suficientemente buena, suficientemente inteligente, suficientemente bonita... o simplemente que no sirves para nada, punto?  En el nuevo libro de Sharon, Enough: Silencing the Lies that Steal Your Confidence, Suficiente: Cómo Silenciar las Mentiras que se Roban Tu Confianza (disponible solo en inglés)*,  vas a aprender cómo volver a cargar tu corazón con la verdad para luchar contra tus más profundas inseguridades.  Visita su página web e inscríbete GRATIS al Mindset-Reset challenge. (Reto par Reconfigurar tu Mentalidad).

*   ¡No Sirvo para Nada!... y otras mentiras que las mujeres se dicen a sí mismas, por Sharon Jaynes, Editorial Mundo Hispano, en español.  Es un gran recurso para ayudarnos a entender que tenemos lo que se requiere para llevar a cabo el propósito de Dios en nuestra vida.

Traducción:  Norma Galvis.


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