El Regalo del Perdón
Enero 21, 2019
El Regalo del Perdón
El Regalo del Perdón
La Verdad
de Hoy
Dios es tan
rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y
perdonó nuestros pecados. (Efesios 1:7, NTV).
Entre Amigas
Las fiestas de fin de año tienen una manera de
resucitar viejas heridas. Uno de los mejores regalos que podemos darnos es la decisión
de perdonar a quienes nos han herido.
El perdón no es fácil ─pero es necesario si
queremos experimentar paz y alegría.
Parte del perdón es liberar a la persona de
la deuda que creemos que nos debe. Negarse a hacerlo extingue nuestra alegría.
A veces solo tenemos que dejar ir y cortar
con nuestras pérdidas en lugar de permitir que el peso de una deuda impaga
agote nuestra energía mental y emocional. En otras palabras, podemos perdonar
la deuda y liberarnos.
Hace años, Dan y yo decidimos que era hora de
vender uno de nuestros viejos automóviles chatarra. Teníamos varios para
elegir, pero una era más chatarra que el resto. Un hombre que trabajaba para la
iglesia dijo que podía arreglar el auto y decidió comprarlo.
El hombre acordó hacer pagos mensuales por un
año. No se firmaron documentos porque era un acuerdo comercial entre dos
ministros. Lo sé. Algunas lecciones se aprenden de la manera más difícil.
Dan le dio al hombre el título del automóvil
y las llaves. El hombre no nos dio nada. Ni un centavo.
Dan habló con él varias veces. "Haré un
pago pronto", prometió el hombre. "Pronto" nunca llegó.
Estaba furiosa ─no tanto por el dinero,
aunque hubiera sido muy útil, sino porque este hombre se estaba aprovechando
del corazón generoso de mi esposo ... y me estaba fastidiando en el proceso.
Estuve despotricando y echando humo por varios días hasta que Dan dijo:
"Cariño, he decidido perdonar la deuda de ese viejo automóvil".
Bueno, yo decidí no hacerlo y mi ira
creció.
Unas semanas más tarde, el hombre dejó su
trabajo en la iglesia y fue a trabajar a una tienda de abarrotes cercana ─mi tienda de abarrotes. Casi cada vez
que iba a la tienda, el hombre estaba allí. Y cada vez que lo veía, mi ira
crecía. Finalmente me di cuenta de que toda esta situación del automóvil me
estaba robando la alegría a mi vida.
Decidí darle el automóvil. Era lo único que
podía hacer si quería la paz.
Creé una escena mental en la que me dirigí a
la tienda de abarrotes, le entregué las llaves del automóvil al hombre y dije:
"¡Feliz Navidad!"
El plan funcionó. Perdoné la deuda y la dejé
ir. Lo más asombroso sucedió. Yo fui la
que quedó en libertad. Ninguna de mis circunstancias había cambiado. Pero mi
corazón lo había hecho.
Desde ese día, cada vez que veía al hombre, lo
saludaba y sonreía. Él comenzó a evitarme, incapaz de mirarme a los ojos. Dios
realmente tiene sentido del humor. Unas semanas más tarde, vi al hombre que
conducía un automóvil diferente y supe por uno de sus compañeros de trabajo que
"su viejo automóvil simplemente encendió y luego murió".
El perdón es una elección deliberada ─no una
emoción o un sentimiento. Los sentimientos pueden o no seguir esa decisión, pero
el favor de Dios ciertamente lo hará. Honestamente, cuando se trata del perdón,
los sentimientos son irrelevantes, pero la obediencia es crucial. No bases la
validez de lo que estás haciendo en cómo te sientes.
Si tomamos la decisión de perdonar, Dios
proveerá el perdón.
No debe haber límite para nuestro perdón
porque no hay límite para el Suyo.
El perdón es nuestra
mayor necesidad y el mayor regalo de Dios.
Vamos a orar
Padre, Te alabo por
el amor y el perdón que Tú ofreces tan libremente. No entiendo cómo puedes
amarme cuando soy tan indigna del sacrificio que Jesús hizo en la cruz. Pensar
que Él murió por mí estremece mi mundo. Por favor dame la sabiduría y la
fortaleza para perdonar a quienes me han herido. Quiero que mi vida sea una
ilustración viviente de Tu amor incondicional y tu perdón interminable.
En el Nombre de
Jesús,
Amén.
Ahora es Tu Turno
Haz una lista de los pecados de
tu vida que necesitan el perdón de Dios. Pídele a Dios que te perdone por cada
uno. ¿Hay alguien a quien tienes que perdonar? ¿Hay alguien que necesita tu
perdón? Decide ahora dar un paso en obediencia y dar el regalo del perdón.
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Traducción: Norma Galvis
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