Cuando las Puertas no se Abren
La Verdad
de Hoy
Entre
Amigas
La mañana había sido ajetreada y estaban retrasados porque el bebé
necesitó un cambio de pañal a último momento. Tara tenía que lograr recoger a tres
niños y llevarlos rápidamente en el área de estacionamiento del transporte colectivo,
pero por alguna extraña razón las puertas traseras de su camioneta no se
abrían. Ella lo intentó con su control remoto. Probó con la llave. Intentó
sacudir la cerradura.
La ansiedad comenzó a brotar en su corazón.
"¡Tienes que estar bromeando!" Se quejó en voz alta mientras
trataba de abrir las puertas traseras de su minivan. "¡Esto NO es lo que
necesito ahora mismo!"
Los niños empezaron a sentir la tensión y se estresaron por su cuenta.
"¿Qué pasa, mami?"
"¡Las puertas traseras no se abren y vamos a llegar tarde! ¡Eso es
lo que pasa! "
Presionada por el tiempo y muy molesta, Tara les dijo a los niños que
entraran por la puerta frontal y los hizo arrastrarse hacia atrás para
acomodarse en sus asientos. Cuando arrancó el automóvil, era consciente de su
agitación y no le gustó.
Respirando profundamente, Tara comenzó a reconocer el estrés por lo que
era. Recordó el versículo bíblico que está escrito en el tablero en su cocina. Pronunciadas
de los labios del mismo Jesús, las palabras inundaron su corazón ...
En este mundo afrontarán
aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (Juan
16:33)
Sí. Estaban teniendo problemas para abrir algunas puertas, pero no era
nada que Jesús no pudiera ayudarla a manejar. Calmada y refrescada por el amor en
letras rojas, Tara tomó una decisión empoderada ... y luego siguió un momento
de ministración en la minivan muy chévere que fue algo como esto:
"¡Está bien, chicos! ¡Aquí vamos!” comenzó Tara. "Eso fue un
poco estresante y me disculpo por levantar mi voz. No estoy segura del por qué
las puertas no se abrieron, pero no vamos a dejar que esto nos arruine el día.
Podemos optar por dejar que esta situación se lleve lo mejor de nosotros, o
podemos obtener lo mejor de la situación pidiéndole a Dios que traiga la paz a
nuestra ansiedad. ¿Recuerdan el versículo en tablero de la cocina? Jesús dijo
que en este mundo vamos a tener problemas. A veces las puertas no se abren,
¡pero Él nos ayudará! Jesús nos dijo que "anímense" porque Él ha
vencido al mundo ".
Luego, desde la parte trasera de la camioneta, su hijo teólogo de ocho
años intervino y se unió a la sagrada conversación.
"¡Sip! Y Jesús dijo que nunca nos dejará ni nos abandonará. ¡Dios
siempre está con nosotros, mamá!
Desde. Los. Labios. De. Un niño.
Dios está siempre con nosotros.
Lo que comenzó como una conducción caótica y estresante hacia la escuela
se convirtió en una celebración de la presencia de Dios. Fue un devocional-sobre.ruedas
que comenzó con una puerta que no se abría. Un hermoso recuerdo que comenzó con
estrés, pero fue cambiado por la gracia de Jesús, nuestro Vencedor.
A veces las puertas no se nos abren.
No siempre obtenemos la posición que queremos, la respuesta que queremos,
la admiración que queremos o la salud que queremos. Pero con cada puerta
cerrada viene una oportunidad de respuesta. Cuando Tara invitó a Dios a su
frustración y abrió su corazón ante Su presencia, la tensión se transformó en
paz.
Lo mismo es cierto para ti y para mí cuando lo invitamos a entrar en nuestras
frustraciones. La presencia de Dios libera presión y trae paz.
Unos minutos después de la "debacle de la puerta atascada",
llegaron a la fila para recoger a los otros niños. Tara pensó que lo intentaría
de nuevo. Presionó el botón para desbloquear las puertas traseras, y esta vez
se abrieron sin resistencia.
Una sonrisa se extendió en su rostro mientras este pensamiento danzaba en
la mente de Tara. Si las puertas traseras
se hubieran abierto unos momentos antes, nos habríamos perdido la oportunidad
de celebrar la paz de Dios y nuestro momento de conversación sagrada jamás
habría ocurrido.
Con eso en mente, ella le agradeció a Dios por las puertas que no se
abrieron mientras conducía a los niños a la escuela.
No siempre respondo perfectamente en situaciones
estresantes. Y Tara rápidamente admite que ella tampoco. Pero cuando elegimos
entregar nuestras frustraciones y decepciones a Dios, Él nos da la gracia que
necesitamos para experimentar su paz en medio de la presión.
Vamos a orar
Señor, gracias por recordarme que Tú eres digno
de confianza, que estás disponible y dispuesto ayudar en todo momento. Por
favor guíame hacia Tu gracia cuando me quejo.
Enséñame a volverme a Ti cuando estoy estresada para que otros puedan
ver Tu alegría y paz en mí.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
Lee Salmos 37 ¿Qué versículos en el capítulo resuenan con tu corazón
hoy? ¿Qué puertas no se están abriendo en tu vida que te tienen frustrada? Toma
tu diario y escribe una oración en respuesta. ¿No eres una chica de diario? No
te preocupes. Pásate por mi blog o envia un
mensaje directo en Instagram y cuéntame
sobre esto!
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Traducción: Norma
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