Aplastando los Sentimientos de Inutilidad
La Verdad
de Hoy
Entre
Amigas
Debbie era una esposa de un pastor que se sintió inútil por años. Fue
abusada verbalmente y abandonada emocionalmente en su matrimonio desde el
principio. Ella era virgen cuando conoció a su esposo, así que supo que algo
estaba muy mal cuando, siete meses después de casarse, su esposo salió del
estado para un "viaje de negocios" y le dejó a Debbie una grave
enfermedad inflamatoria pélvica cuando llegó a casa.
Su médico le explicó que había contraído una infección bacteriana que
solo puede contraerse sexualmente. Debbie estuvo hospitalizada durante cinco
días y recibió fuertes medicamentos. Los antibióticos intravenosos que recibió
sin saberlo hicieron que sus píldoras anticonceptivas no fueran efectivas, y
resultó en un embarazo con su primer hijo. Así que Debbie se quedó en el
matrimonio, aunque era agraviada y maltratada.
"Estaba convencida de que merecía todo lo que experimentaba",
dijo Debbie. "También recuerdo haber lamido mis heridas con pensamientos
tóxicos como: "Bueno, al menos soy
la esposa, no la amante infiel."
La vergüenza de todo esto mantenía a Debbie en silencio y atrapada en un
matrimonio inseguro. Detrás de las puertas cerradas ella soportaba la crueldad
verbal, y creía las mentiras de su abusador. Cuando su esposo estaba de buen
humor, las cosas estaban bien en casa. Pero si estaba de mal humor, Debbie llevaba
la peor parte de su abuso y su ira.
Desafortunadamente, ella soportó el abuso por mucho tiempo antes de irse.
Tres hijos, más de veinte años, muchos amoríos y muchas mentiras después,
Debbie por fin se hartó. Reunió cada gramo de coraje que pudo encontrar para
irse y divorciarse de su esposo pastor, abusivo e infiel.
Puedes imaginarte el escándalo que tuvo lugar en su iglesia.
Debido a que la congregación no era consciente del comportamiento abusivo
e inmoral de su pastor, Debbie fue victimizada nuevamente en el tribunal de la
opinión pública. Llevaba el peso de la vergüenza pública, la humillación, la
ira, las acusaciones, la rebelión de sus hijos y los interminables sentimientos
de derrota e inutilidad.
La carga de todo era pesada. Tan pesada que la empujó en un profundo hoyo
de depresión.
Debbie perdió casi todo en el divorcio ─su casa, su identidad, su
estabilidad financiera, su dignidad y casi su cordura. En consecuencia, incluso
casi perdió la relación íntima que una vez tuvo con Jesucristo. Ella todavía
era Su hija, pero había huido de Él. Rota y enojada, Debbie sintió que Dios le
había fallado. Ella no entendía cómo Dios ─quién se supone que es bueno, quién
debe escuchar nuestras oraciones, quién se supone que es nuestro Protector y
Defensor ─no la protegió de la traición y el abuso. Entonces, como Agar, ella
corrió a un desierto para escapar. Solo que Debbie corrió a un desierto de
pecado.
Para calmar su dolor, temporalmente recurrió al alcohol. El
adormecimiento que experimentaba al beber le traía un respiro demasiado corto
de los agudos dolores que le atravesaban el corazón cuando estaba sobria. Y
aunque ella se apartó del corazón de Dios y se rebeló contra Sus caminos, Él la
buscó incansablemente. Cuando finalmente se dio cuenta de que su
"mentalidad de víctima" le había permitido confiar en un abusador
mentiroso en lugar del Dios de la verdad, regresó al Señor.
En Su misericordia, Dios ha restaurado la fe rota de Debbie en una fe
hermosa.
Él ha redimido su corazón herido y la ha llenado con Su mayor alegría.
Y aunque, como todos nosotros, ella todavía experimenta luchas y dolor,
por la fe, Debbie ahora abraza la soberanía de Dios y acepta Su amor sanador.
Ella es una mujer cambiada. Cambiada por la implacable búsqueda del amor
incondicional de Dios.
Cambiada por Aquel que la ve como un tesoro.
Eso es lo que hace su amor, ya sabes. El amor incansable e incondicional
de Dios habla sanidad a las vidas quebrantadas.
Durante mucho tiempo, Debbie pensó que no valía nada porque la trataban
como si lo fuera. Le decían que lo era. Ella creía lo que escuchaba de otra
persona, a pesar de que lo que él decía de ella eran mentiras. Debbie dice:
"Pensé que era un fracaso ─que no merecía ser amada con integridad,
honestidad y fidelidad ─que yo hacía que mi esposo pecara y cometiera adulterio
porque no era lo suficientemente buena." Creía un montón de mentiras
".
Otras personas pueden hacernos sentir inútiles. Sucede todo el tiempo ...
incluso dentro de la iglesia. Si estás en una relación que te derriba y te hace
sentir como una basura, en el nombre de Jesús, rechaza las mentiras que se han
proyectado sobre ti. ¡Eso no es lo que Él dice que eres!
Si está siendo maltratada o abusada, cuéntale a una amiga de confianza,
reúnete con tu pastor o comunícate con una consejera cristiana profesional de
inmediato.
Y en todos los casos ora ─sin cesar.
Ningún abusador tiene el derecho de definir quién eres,
de decirte lo que piensas, de controlarte o manipularte, de decirte cómo te sientes
o de condenarte por ser o no ser. Solo el Dios del cielo tiene el derecho de
definirte, y cuando estas en Cristo, eres perfectamente hermosa en Su justicia...
no destrozada.
Extendiendo su mano desde lo
alto,
tomó la mía y me sacó del mar
profundo.
Me libró de mi enemigo poderoso,
y de aquellos que me odiaban
y eran más fuertes que yo.
En el día de mi desgracia me
salieron al encuentro,
pero mi apoyo fue el Señor.
Me sacó a un amplio espacio;
me libró porque se agradó de mí.
Vamos a orar
Amado Señor, Te agradezco por amarme por quien
soy, donde estoy. Por favor ayúdame a aceptar esta verdad cuando dudo de mi
valor y a apoyarme en Tu fortaleza y tu respaldo cuando lucho.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu
turno
¿Quién te
vino a la mente mientras leías este devocional? Ella necesita este mensaje. Por
favor pásaselo a ella.
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Traducción: Norma
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