La Evidencia del Amor de Dios



Mayo 6, 2019

La Evidencia del Amor de Dios
Gwen Smith

La Verdad de Hoy

Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda[a] para que dé más fruto todavía.(Juan 15: 2, NVI)

Entre Amigas

Nuestra habitación de hotel tenía un pequeño balcón que daba a la piscina. Temprano en una apacible mañana de vacaciones, tomé mi diario, mi Biblia y una taza de café recién preparada y luego me dirigí al balcón para tener un tiempo de quietud.

Cuando me instalé, el movimiento en la piscina me llamó la atención. Observé cómo un hombre de mantenimiento se acercaba a una palmera y tiraba con fuerza una rama marrón y sin vida de debajo de las hojas verdes. Curiosamente, antes de que arrancara la rama muerta, ni siquiera había notado que estaba allí.
Sin embargo, después de que lo sacó, la palmera se veía fresca y vibrante.

En serio.

¡La poda marcó una diferencia!

Jesús les habló a Sus discípulos y dijo:

»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía.  Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.

»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. (Juan 15: 1-8, NVI).

Con quién pasamos el tiempo realmente importa. (Ejem… ¡Jesús!)

Y lo que decimos y hacemos, y cómo lo decimos y lo hacemos, también importa realmente.

¡Quédate conmigo aquí! No permitas que la familiaridad de esta Escritura desvanezca el impacto que tiene sobre ti.

Comprendo hasta lo más profundo lo horrible que se siente cuando mi caminar y mi conversación no se alinean. Las ramas marchitas en mi corazón constantemente necesitan ser arrancadas y tiradas. ¿Igual tú?

Para experimentar las bendiciones y el poder del Espíritu de Dios en nuestras vidas, debemos arraigar nuestra fe profundamente en el suelo de la Palabra de Dios y luego permitir que Su verdad produzca frutos que maduren con la evidencia de Su amor. Estos frutos se ven claramente (o no) en la intersección de nuestra fe y nuestras acciones. He encontrado que cuando tengo esos días en que solo-quiero-gritar-porque-todo-el-mundo-me-tiene-los-nervios-de-punta, Dios me encuentra con Su gracia cuando susurro su nombre.

Dios profundizará las raíces y aumentará los frutos de tu fe a medida que pase el tiempo hablando con Él temprano en la mañana con una taza de café caliente. Cuando oras y lo alabas de camino al trabajo o cuando sales a correr. Cuando sientes un pinchazo de convicción en tu corazón sobre ese comportamiento –o sobre esa respuesta –ese tono –ese acto de desobediencia. Cuando le pides a Él paciencia y fortaleza cuando tu adolescente cierra de golpe su puerta en rebelión –o cuando tu hija adulta "se olvida de la moral con la que fue criada" y se muda con su novio –o cuando las frustraciones aumentan en el trabajo.

Amor. Alegría. Paz. Paciencia. Amabilidad. Bondad. Fidelidad. Mansedumbre. Auto control. Para traer gloria a Dios, este fruto de Su Espíritu debe ser visto en nuestras vidas.

Desafortunadamente, tenemos una gran habilidad para racionalizar nuestros comportamientos poco fructíferos.

Pero él ... Pero ella ... Pero ellos ... yo simplemente no puedo ...

Afortunadamente, Dios no espera que nos comportemos así sin Él. De hecho, simplemente no podemos. Separadas de Cristo, nada podemos hacer. ¿Recuerdas? (v5) Pero cuando permanecemos en Él –cuando lo buscamos, le obedecemos a Él, saboreamos Su presencia, vivimos para Su gloria y le damos prioridad a Él por encima de todo lo demás –podemos y vamos a tener un gran impacto para Dios y experimentaremos el gozo y la paz todos anhelamos.

El hombre de mantenimiento del complejo no arrancó la rama para lastimar a la palmera. La podó para aumentar su belleza, salud y vitalidad. Dios hace lo mismo por nosotros. Él poda a Sus hijos para aumentar nuestra belleza, salud y vitalidad para nuestro bien y para Su gloria –para hacernos más útiles para Él y más fructíferas.

Haz una pausa para reflexionar sobre esta pregunta: ¿Hay algunas ramas muertas colgando de tu árbol?

Vamos a orar

Amado Señor, Te agradezco por Tu perfecto amor que me capacita para ser fructífera y hermosa. Por favor retira cualquier rama muerta en mi vida. Como oraba el salmista: “Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.” (Salmos 139: 23-24, NVI).

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es tu turno

¿Qué tan fructífera es tu vida? Lee Juan 15: 1-17 y pasa un tiempo reflexionando sobre el plan de Dios para ti para hacerte más fructífera.

Haz clic en Instagram o en la página de Facebook y responde esta pregunta: ¿qué cosa puedes hacer hoy para volverte más fructífera?

Más de las Chicas GiG

¿Ya has escuchado los podcast de GRACEOLOGY con Gwen Smith? Pasa el rato con Gwen y sus amigas cuando vas en el transporte público al trabajo, sales a caminar, o a ejercitarte, a hacer diligencias o a viajar. ¡Los podcasts son también perfectos para escuchar mientras haces tus tareas domésticas! (¿Alguna lava la ropa?) Cada episodio del podcast GRACEOLOGY con Gwen Smith está lleno de conversaciones divertidas, enfocadas en la  fe, llenas de gracia que te van a ayudar a conocer y a confiar más en Dios.

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Traducción:  Norma Galvis

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