Dolor, Esperanza y Cómo Superar los Tiempos Difíciles



Mayo 14, 2019
Dolor, Esperanza y Cómo Superar los Tiempos Difíciles
Holley Gerth

La Verdad de Hoy

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! (Salmos 42: 5, NTV).

Entre Amigas

El otro día alguien me preguntó por nuestra infertilidad. Me sentí un poco como si me preguntaran por una cicatriz antigua, una que se ha desvanecido y se ha vuelto tan familiar que se siente más como una peca.
Esta pregunta fue parte de una entrevista de radio; el anfitrión quería saber qué le diría a una mujer en una situación similar. Hice una pausa durante mucho tiempo, volviendo a esos recuerdos como si fuera un baúl en el ático.

Saqué un solo recuerdo como una bufanda de colores brillantes. Lo sostuve a la luz y observé cómo caía el polvo. La escena era una particular mañana de navidad. Estábamos visitando a mis suegros y estaba segura de que estaba embarazada. Salté de la cama y prácticamente me metí al baño solo para quedar devastada de nuevo. Mi esposo me encontró y puso sus brazos alrededor de mí, mis lágrimas empaparon su camiseta.

Pude sentir el silencio en la línea de la radio. Aclaré la garganta. “Siente el dolor”, le dije al entrevistador, “es real. Llora las lágrimas. Grita en la almohada. Puedes estar triste, enojada y confundida."

Luego pensé en otro recuerdo de mi vida, una mañana acurrucada bajo las sábanas, con la Biblia en la mano, el café a mi lado. Dios me llevó al tercer capítulo de Génesis, donde Eva es llamada la madre de todos los que viven. Comencé a comprender en ese momento que todas las mujeres son madres porque todas las mujeres traen vida al mundo de alguna manera. Empecé a creer que mi historia podría ser diferente de lo que imaginaba —pero todavía podría ser buena (y lo es).

“Siente la esperanza”, le dije al entrevistador, “es real. Abraza lo inesperado. Confía en que la historia todavía se está escribiendo. Sé curiosa, fuerte y valiente.”
Puede que no hayas atravesado la infertilidad, pero si estás viva en esta tierra giratoria, entonces sabes lo que es tener problemas y angustias. Sabes lo que es estar decepcionada, desanimada o cansada. Creo que en esos momentos tendemos a elegir una de las opciones anteriores.

Ignoramos todo menos el dolor.

O ignoramos todo menos la esperanza.

Hacemos esto porque tenemos miedo. Pensamos que si no tenemos esperanzas, no podremos estar decepcionados. O si no hacemos daño, el dolor no puede superarnos. Podríamos tener algunas ideas espirituales confusas que a Dios no le gustan ciertas emociones (a pesar de que Él las creó todas) o que el sufrimiento puro de alguna manera le da a Él más gloria.

Pero la realidad estás herida y la esperanza es parte de toda experiencia difícil. ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza.” (Salmos 42: 5).

La herida nos revela nuestras emociones para que podamos sanar. La esperanza nos da la fuerza para perseverar a través de ese proceso. La herida se transforma lentamente. Entonces, un día alguien nos pregunta al respecto y nos sobresaltamos un poco porque de repente nos damos cuenta de que lo que alguna vez sentimos que podría matarnos, de hecho, nos ha enseñado algo acerca de estar completamente vivos.

No tenemos que tener miedo del dolor.

No tenemos que tener miedo de la esperanza.

Ambas son parte de lo que nos hace lo que somos, parte de nuestra belleza, fortaleza y de las cicatrices.

Vamos a orar

Amado Señor, a veces elegir aferrarse a la esperanza es un proceso doloroso. Recuérdame hoy que no tengo que tener miedo al dolor o a la esperanza. Tú estás haciendo todas las cosas nuevas. Tú eres el Dios que redime y restaura. Confiaré en Ti mientras elijo esperar a través de los días difíciles.

En el Nombre de Jesús,

Amén.

Ahora es tu Turno 

Hoy, siente el dolor. Y luego siente la esperanza. Busca atrás una o dos situaciones en las que te sentiste sin esperanza y recuerda cómo Dios pudo traer lo bueno incluso desde los momentos más difíciles.

Más de las GiG

Holley Gerth es una autora de gran éxito en ventas, animadora y coach de vida que ama empoderar a las mujeres para aceptar quiénes son y convertirse en lo que Dios creó para que sean. Su nuevo devocional La Esperanza que tu Corazón Necesita, está lleno con 52 recordatorios de cómo Dios cuida de ti.


Traducción:  Norma Galvis.

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