El Buen Pastor
Mayo 24, 2019
El Buen Pastor
La Verdad
de Hoy
Como un pastor que cuida su rebaño, recoge
los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a
las recién paridas.» (Isaías 40:
11, NIV).
Entre Amigas
Cuando era niña, realmente tuve un corderito
cuya lana era blanca como la nieve. Recuerdo el día en que mi madre me mostró
el cordero y me explicó que no tenía un biberón con el cual alimentar al
cordero. Yo sí. Acepté dejar que el cordero se quedara con mi biberón si yo
podía tener el cordero. He tenido una fascinación por la relación única entre
las ovejas y su pastor desde entonces.
Los pastores viven con sus ovejas, buscando
para ellas lugares para comer y beber, proveyendo refugio de las tormentas y
protección del calor. El tipo de pastoreo al que se refiere la Biblia no es el
cultivo de pastizales cercados, sino el pastoreo nómada. El pastor debe planear
cuidadosamente la ruta y abrir el camino para que las ovejas no tengan ni muy poco
ni demasiado pastoreo y puedan llegar al pozo de agua a tiempo. Varios rebaños
de ovejas se reúnen por la noche en un lugar de refugio para que los pastores
puedan compartir las vigilias de la noche. Los buenos pastores siempre están
dispuestos a arriesgar sus vidas para salvar a sus rebaños de cualquier daño.
Las ovejas son tontas, nunca se pueden dejar
solas y, a menudo, se extravían, lo que requiere que el pastor las encuentre y
las rescate. Un pastor jamás empuja
sus ovejas, sino que guía a sus
ovejas, yendo delante de ellas, asegurándose de que no estén yendo directo
hacia el peligro. Las necesidades de las ovejas, en comparación con las necesidades
de otros animales, son mayores debido a su instinto de tener miedo y cuando se
enfrentan con una situación miedosa, a correr. Sin un pastor que cuide de las
ovejas, no durarán mucho.
Definitivamente encajo en el perfil de una
oveja. No puedo contar el número de veces que me he apegado tercamente a mi
plan, pensando tontamente que era mejor que Su plan, solo para terminar en
alguna clase de hoyo en alguna parte, pidiendo ayuda. Salmos 40: 1-3 se ha convertido en mi máxima de vida ─con
una excepción. ¡Rara vez espero pacientemente[1]! ¡Recuerda, soy una oveja!
Salmos 40: 1-3 “Puse en el Señor toda mi esperanza; él se
inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo
y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso
en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver
esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor.” (NVI).
A veces permito que el miedo me lleve a un
lugar donde estoy atrapada por las dudas y la oscuridad ... hasta que Él me
rescata. Intento satisfacer mi hambre comiendo las cosas equivocadas que se
encuentran en los lugares equivocados, en los momentos equivocados. El
resultado es siempre el mismo; mi alma permanece hambrienta de lo que es bueno,
mientras lleno mi corazón y mi mente con lo malo.
Como toda oveja, no me gusta que me empujen.
Los buenos pastores no empujan, sin importar cuán grande sea la tentación. Un
buen pastor se para frente a sus ovejas, pronunciando gentilmente sus nombres,
llevándolas a un lugar donde ya ha estado, ubicándose entre el peligro y sus
ovejas. Cuando estoy cansada y lista para rendirme, tiendo a apartarme de las
otras ovejas e incluso de mi Pastor. Muchas de nosotras hemos creído de alguna
manera la mentira de que podemos lograrlo solas, o que las reglas, los
mandamientos de Dios, no necesariamente se aplican a ellas ... solo a esas
otras ovejas. Entre más sirvo a Dios, más me doy cuenta de cuánto nos
necesitamos unos a otros y de cuánto lo necesitamos a Él. ¿Cuándo aprenderé que
no puedo vivir la vida por mi cuenta ─como una oveja o como un pastor?
Un buen pastor está dispuesto a dar su vida
por sus ovejas, al igual que Jesucristo dio su vida por ti y por mí. Estoy tan
contenta de que Él estuviera dispuesto a dar su vida por cada oveja ─las lindas
y esponjosas, como también los corderos sucios y rotos como yo.
Tal vez sea hora de
que todas nos detengamos, escuchemos Su voz, busquemos Su plan y recordemos que,
efectivamente, somos ovejas necesitadas que estamos llamadas a amar y guiar a
otras ovejas necesitadas al Buen Pastor, Jesucristo.
Vamos a orar
Señor, estoy tan
agradecida de que Tú seas mi Pastor y que no importa qué tan profundo pueda ser
el valle o tan oscuro el hoy, Tú has ido delante de mí y has hecho un camino. Ayúdame
a entender que Tus caminos son más altos que los míos. Perdóname cuando me
quejo que el camino que has hecho para mí es más difícil que lo que yo quisiera
que fuera. Rindo mi vida a Ti, Señor, mi Dios y mi Pastor.
En el Nombre de
Jesús,
Amén.
Ahora es Tu Turno
He aquí un reto para cada amiga de Girlfriends in
God. Lee Salmos 23 una vez al día durante un mes. Regístralo
en tu diario. Deja que cada palabra penetre tu corazón, mente, y alma. Cuando
llegue el temor, vuélvete a Dios. Cuando estés necesitada, confía en el Pastor.
Cuando la confusión te rodee, confía en Dios para enderezar los caminos
torcidos. Regocíjate diariamente en el hecho de que eres Su cordero y Él es tu
Pastor.
Más de las GiG
Verdaderamente
creo que la mayor parte del estrés en la vida está arraigado en nuestra
negación a confiar en Dios como nuestro Pastor. Escaping the Stress Trap, Cómo Escapar de
la Trampa del Estrés (solo en inglés), no es solo un libro que escribí. Está
basado en Salmos 23 y
es mi historia de aprender a entender que yo soy Su oveja y que Él es mi
Pastor. ¡Revísalo! Y asegúrate de contactar a Mary en Facebook o por email.
Traducción:
Norma Galvis
[1] La
versión en inglés de la NVI, empieza “pacientemente esperé al Señor” al igual
que la Reina Valera.
Comentarios
Publicar un comentario