Seis Lecciones Listas para la Batalla Probadas por Jesús
Septiembre 28, 2018
La Verdad de Hoy
Concentren su atención en las cosas de
arriba, no en las de la tierra (Colosenses 3:2 NIV)
Entre Amigas
Mi hija de 4 años me mira y llora: "¡Mami, me
estoy cayendo!" é que es una
prueba. En realidad, su cuerpo desciende
del sofá, está a solo medio pie del suelo. (aprox. 15 cm.) No importa. Para ella, esta es una prueba de proporciones
épicas. Ella pregunta: "Mami,
¿puedo confiar en que tú me atrapes? ¿Realmente vas a estar ahí para mí? ¿para
ayudarme?
He hecho estas mismas preguntas a Dios durante varias
pruebas. Dios, ¿cómo va a ser posible
que aparezcas cuando mi cuenta bancaria esté con decenas de miles de dólares en
déficit? ¿Vas a estar a mi lado cuando la esclerosis múltiple no me permita
caminar? ¿Me abandonarás también, como lo hicieron esas personas? ¿Realmente
podrás ayudarme a superar mi depresión?
Dios, ¿cómo puedo estar segura de que harás lo que
prometes? Especialmente cuando amenazan
los problemas, pensamientos, dudas y sentimientos de inseguridad que se sienten
mucho más reales que el Dios que no puedo ver.
¿Alguna vez has estado allí? Tal vez estás allí hoy, enfrentando el temor,
la duda, un jefe que no es agradable, un amigo que te lastima, un esposo que
está ausente, una hija que está extraviada, una casa que es demasiado costosa,
un sueño incumplido, o una espera interminable.
Si hay algo que he aprendido de mis pruebas, es
esto: responder de manera reactiva generalmente nos hunde emocionalmente. Pero prepararse proactivamente es triunfar. Podemos triunfar a través de Cristo quien
triunfó.
¿Por qué? Porque Jesús peleó la batalla y ganó. Él sabía qué hacer y cómo hacerlo. Nos dejó con un plan de batalla: Su Palabra. Tenemos un plan de Cristo.
Lecciones Listas
para la Batalla que Podemos Aprender de Jesús
Jesús No Hizo: Llegar
a los 21 años y exigir un cambio de tiempo de parte de Dios diciendo: "Estoy cansado de esperar. Estoy cansado de ver todos estos problemas. Tengo que arreglarlos ahora haciendo algo al
respecto. Voy a morir ahora mismo y voy a
salvar al mundo ".
Jesús Hizo: Respetó y
honró el tiempo señalado por Dios para el cambio. Jesús comenzó el ministerio a la edad de 30
años (Lucas 3:23)
Jesús No Hizo: Tomar represalias, herir o luchar contra
las personas que lo acosaban, lo intimidaban y lo amenazaban.
Jesús Hizo: Confió en
el plan final de Su Padre para pelear la batalla y ganar la guerra.
Jesús No Hizo:
Centrarse únicamente en su dolor mientras sufría una muerte lenta en la
cruz.
Jesús Hizo: Se acercó
al pecador convicto junto a Él en la cruz para darle la bienvenida a la
eternidad.
Jesús No Hizo: Escuchar
los puntos de discusión del enemigo en el desierto.
Jesús Hizo: Usó la
Palabra de Dios como escudo para bloquear los dardos enemigos que sonaban como
invitaciones manifiestas al pecado.
Jesús No Hizo: Sanar
a todo el mundo e intervenir para satisfacer las preocupaciones de todo el
mundo.
Jesús Hizo: Tuvo la
sabiduría para entender la diferencia entre los que querían ayuda y los que no.
Jesús No Hizo: Reclutar sólo a personas perfectas para ser Sus ministros después de Su muerte.
Jesús Hizo: Reclutó,
luego equipó a simples pescadores sin títulos de maestría, con el Espíritu
Santo para realizar obras increíbles, a pesar de las dificultades que
soportaron.
Jesús nos equipa y nos recluta de la misma manera. No importa cómo se presenten las cosas. Con Dios, al igual que con mi hija, estamos seguros. Siempre estamos a medio pie del suelo, incluso
si se siente como si estuviéramos en caída libre.
La diestra victoriosa de Dios nos sostiene. Esto es importante. Significa que la fortaleza de Dios nos sostiene.
Así como los padres bíblicos bendecían a
sus hijos con su mano derecha, somos bendecidos por Jesús. Significa que la completa soberanía de Dios y
la naturaleza de fuerza completa de su amor están detrás de nosotras y con
nosotras.
Hay un plan ─y estamos en él. Descansa segura. Así como Jesús vio la cruz y todo el dolor
que tendría que soportar, días después, muchas personas presenciaron una tumba
vacía. Y mediante el enfrentamiento de
una batalla, la guerra final fue ganada.
Vamos a orar
Padre, revélame el corazón de
Cristo. Que yo pueda entender cómo Jesús
enfrentó Su batalla, para que yo pueda confiar mejor en Dios para enfrentar la
mía.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Ahora es tu turno
¿En qué situación podrías necesitar
ver desde una nueva perspectiva? Si
Jesús estuviera frente a ti hoy ¿qué crees que diría sobre tu batalla?
Más de las Chicas GiG
Kelly Balaire está más que
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Traducción: Norma Galvis
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