¡Me Rindo!
Febrero 1, 2019
¡Me Rindo!
¡Me Rindo!
La Verdad
de Hoy
Sepan que el
Señor es Dios. Él nos hizo, y le pertenecemos; somos su pueblo, las ovejas que El
cuida. (Salmos 100: 3, NCV). Versión Nuevo Siglo, Traducción Personal.
Entre Amigas
El pastoreo fue uno de los llamados más
antiguos de Israel, incluso antes de la agricultura. Los pastores viajaban de
un lugar a otro, viviendo en tiendas mientras conducían sus rebaños de un pasto
a otro. Las ovejas y su pastor vivían juntos cada minuto de cada día. De hecho,
estaban tan íntimamente ligados que las ovejas individuales, incluso cuando se
mezclaban con otros rebaños, podían reconocer la voz de su propio pastor y
acudirían inmediatamente cuando se los llamara por su nombre.
Un pastor poseía y marcaba sus ovejas. En
algunos casos, las ovejas incluso tenían marca, aunque la marca ya no es un
método de identificación aceptado debido al daño que le hace a la lana. Hoy en
día, las orejas de las ovejas están perforadas con etiquetas de identificación,
pero durante miles de años, los pastores de todo el mundo marcaron sus ovejas
cortando sus orejas con un cuchillo afilado. Cada pastor tenía su propia muesca
distintiva que indicaba identidad y propiedad.
Cuando nos acercamos a Jesucristo en completa
entrega y comenzamos el viaje para convertirnos en un seguidor totalmente
devoto de Cristo, somos redimidos por su perdón, completos por su gracia y
marcados con su amor a través de la presencia y el poder del Espíritu Santo.
Efesios 1:13 “En él también
ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la
salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo
prometido."
Durante años, luché desesperadamente para ser
una cristiana con un solo el conocimiento de quién era Dios y cómo quería ser
en mi vida. El resultado fue una existencia lamentablemente superficial con
estrés y frustración como mis compañeros constantes.
Crecí en un hogar cristiano, asistiendo a la
iglesia casi cada vez que las puertas estaban abiertas. Canté todas las
canciones correctas, hablé todas las palabras correctas e hice todas las cosas
correctas frente a todas las personas correctas. Oré fervientemente para que
mis obras validaran mi fe, y esperé desesperadamente que, al seguir las reglas,
complacería al Soberano.
No fue hasta la secundaria que la vida
auténtica y la integridad espiritual de un dinámico pastor de jóvenes me
hicieron tener hambre y sed de algo más. Quería conocer a Dios ─no solo como mi
Señor y Rey, sino que quería conocerlo a Él como mi Pastor, el que me guiaría,
me proveería y me amaría como ningún otro.
Durante un servicio especial de avivamiento
los sábados por la noche en nuestra pequeña iglesia rural, me senté en mi lugar
habitual, agarrándome desesperadamente de la parte de atrás del banco frente a
mí mientras luchaba con Dios por la condición de mi alma y mi seguridad eterna.
Después de todo, yo era un miembro muy activo de la iglesia, solista y pianista
para nuestros servicios de adoración, e incluso dirigía un coro de niños. Nunca
falté a un servicio a menos que estuviera gravemente enferma. Yo era líder en
nuestro grupo de jóvenes, rara vez no asistía a una actividad juvenil y, a
menudo, traía amigos que estaban perdidos, a diferencia de mí, por supuesto, y
que necesitaban conocer a Dios. Qué vergonzoso caminar por ese pasillo,
admitiendo a todos que había estado viviendo una mentira.
Me aferré a la banca
de esa iglesia por pura arrogancia y sostuve que era cristiana. Debía serlo. Mira
todas las cosas buenas que he hecho. Me veía como un creyente, hablaba como un
creyente, e incluso actuaba como si estuviera completamente dedicado a Dios ...
pero, ¿lo estaba? (No te pierdas la respuesta a esa pregunta en mi siguiente
devocional.)
Vamos a orar
Padre, confieso que
he permitido que el temor y la ansiedad llenen mi mente y mi corazón. Quiero
confiar en Ti solamente. Por favor dame la fe para creer las promesas en Tu
Palabra y la fortaleza para dar el primer paso en obediencia. Ayúdame a
recordar que soy una oveja, totalmente dependiente de Ti, mi Pastor. Te doy
gracias por Tu perfecta provisión para mi vida.
En el Nombre de
Jesús,
Amén.
Ahora es Tu Turno
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Lee Salmos
23.
·
Enumera tres maneras en que las ovejas son dependientes del Pastor.
·
Enumera tres maneras en las que los
pastores cuidan de sus ovejas.
·
Compara las dos listas. ¿Qué similitudes encuentras en tu propia vida?
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Traducción: Norma Galvis
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